Santurtzi - El pasado 2 de septiembre, Isabel del Blanco acudió, como solía hacer habitualmente, a limpiar una vivienda situada en el número 24 de la calle José Miguel de Barandiarán de Santurtzi, en la que vivieron sus padres y que, tras el fallecimiento de los mismos, les quedó en herencia a ella, su hermana y unos sobrinos. Eran las 14.00 horas cuando limpiaba el piso y ni siquiera podía imaginar que horas después unos okupas entrarían a la vivienda para instalarse en la misma. “Está claro que nos tenían muy vigilados. Fíjate si tenían control de lo que ocurría en la casa que me dijeron que colgaba la ropa seca”, aseguró esta mujer que esa misma noche, nada más conocer los hechos, acudió a la Policía Local de Santurtzi. “Me pidieron que me tranquilizase y que pusiese la denuncia al día siguiente”, explicó Isabel.

Antes de volver al día siguiente a la comisaría para interponer la pertinente denuncia, Isabel fue hasta su casa y se encontró con las personas que se habían introducido ilegalmente en un hogar en el que tantos recuerdos guarda. “Me dijeron que estuviese tranquila, que yo tenía dos pisos y ellos ninguno. Me dijeron que les hiciese un contrato de alquiler”, señaló. Ella se negó, ya que esa es la vivienda habitual de su hermana, quien está empadronada en el inmueble. “Me consta que, durante este tiempo, han intentado empadronarse en la vivienda, pero, evidentemente, no se lo han permitido”, apuntó esta santurtziarra.

Isabel siguió adelante, puso la denuncia correspondiente y tiene que esperar a que la justicia dé todos los pasos. “Me han dicho los abogados que tendré que esperar un mínimo de cuatro meses, pero espero que se resuelva antes. Hay que cambiar las leyes”, señala. Unas leyes que, según indica Isabel, le impiden siquiera dar de baja el suministro de luz del inmueble. “Me han dicho que si les cortamos la luz, nos pueden denunciar por coacción. Eso sí, tenemos que pagar nosotros todo: luz, agua...”, se lamentó Isabel.

La vivienda okupada se encuentra en un edificio en el que hace poco más de un año se registró un incendio que calcinó una vivienda que también estaba okupada, lo que puso en evidencia el notable problema de convivencia que sufren los inquilinos de este grupo de viviendas.

Tal y como pudo saber DEIA, en Santurtzi hay tres viviendas ocupadas ilegalmente cuyos propietarios han denunciado el caso. De esos tres casos, dos se dan en los números 24 y 26 de la calle José Miguel de Barandiarán, mientras que el otro piso okupado está en Kabiezes. Los tres casos están judicializados.

“Exigimos que se cambien las leyes para actuar de forma inmediata como institución más cercana a la ciudadanía”, dijo Aintzane Urkijo, alcaldesa de Santurtzi.