BILBAO. A uno de los detenidos se le imputa también un delito de atentado contra agentes de la autoridad.

Pasadas las seis de la mañana de ayer, la Ertzaintza tenía conocimiento de, al menos, tres robos en el barrio bilbaino de San Adrian. Las patrullas trasladadas a la zona pudieron comprobar que las persianas de un bar y de un negocio de carpintería se encontraban desencajadas del carril, aunque no habían llegado a acceder al interior. En un tercer local, en cambio, si pudieron entrar y, en una comprobación posterior, se verificó que el interior estaba revuelto y el cristal de una ventana fracturado.

Gracias a la información facilitada por varios ciudadanos, las patrullas localizaron a tres jóvenes que coincidían con los presuntos autores y que estaban intentando ocultarse. Estas personas fueron interceptadas y, el joven de 21 años, sin atender las indicaciones policiales, se abalanzó contra una agente. Tras forcejear con los recursos policiales, fue reducido y, además de atribuirle un delito contra el patrimonio como a los otros dos, se le imputó también un delito de atentado contra agentes de la autoridad.