BILBAO. Sobre las seis de esta mañana, un comunicante informaba a la Ertzaintza de que había visto cómo un individuo, cuya descripción facilitaba, estaba intentando forzar el acceso a un comercio de la calle Gregorio de la Revilla y, al parecibir su presencia, había salido corriendo.

Personada poco después una patrulla en el lugar, los agentes comprobaban que la persiana del citado comercio presentaba signos evidentes de forzamiento y que se encontraba levantada a medias. Junto a la puerta hallaban un adoquín y la tapa de una arqueta, al parecer utilizados para romper el cristal de la misma. Los agentes también hallaban en el lugar bastante sangre, impregnando el cristal, lo que les hacía pensar que el sospechoso se habría cortado.

Tras oir unos ruidos en el interior del local, los agentes entraban en él, una vez que llegaban nuevas patrullas. Así, poco después uno de los agentes localizaba, escondido en un aseo en el sótano del comercio, a un individuo cuya descripción coincidía plenamente con la del sospechoso avistado por el comunicante.

Los agentes comprobaban que el individuo, de 23 años de edad, sangraba abundantemente de su mano derecha, donde presentaba un profundo corte, por lo que solicitaban de inmediato la presencia de una ambulancia. Asimismo, localizaban entre sus ropas varios billetes, con toda probabilidad fruto del robo. El comercio, por su parte, aparecía revuelto y la caja registradora, desmontada y tirada en el suelo.

Por todo ello, los ertzainas procedían a su detención bajo la acusación de un delito de robo con fuerza, de manera que acto seguido era evacuado al Hospital de Basurto para que fuera atendido de su herida.