BILBAO. Según han informado fuentes de la familia, la última imagen que se dispone de él es una grabación del metro de Bilbao en el que se le ve abandonando la estación de Unamuno, a la que accedió por el ascensor de Begoña, el mismo día de su desaparición.

Hasta la fecha, amigos, vecinos y voluntarios han rastreado las diferentes zonas de la capital vizcaina por las que Luis Freire solía moverse, entre ellas Rekalde, San Inazio, Santutxu, Txurdinaga y Miribilla, además del Casco Viejo y La Peña. Previamente, la Policía vasca había realizado una búsqueda con perros en la falda del monte Artxanda y por Vía Vieja de Lezama.

Según han explicado los familiares, que han expresado su "extrema preocupación", Luis Freire salió de su casa a las diez de la mañana, para dirigirse a la peluquería que llevaba visitando desde hace 40 años.

Además, ese mismo miércoles por la tarde tenía la cura de una herida en la pierna, pero, según ha explicado la familia, "no llegó a la peluquería ni a la cura".

La familia ha pedido la colaboración ciudadana para localizar al varón, que también está siendo buscado por la Ertzaintza. En el momento de su desaparición vestía pantalón marrón y camisa en tonos verdes. Además, tiene vendada la mano derecha.