BILBAO. La Ertzaintza detuvo en la tarde de ayer, lunes, a un varón de 41 años interceptado en un control de tráfico en la carretera N-240 a su paso por Areatza con cuatro kilogramos de hachís distribuidos en varios paquetes ocultos en el asiento trasero.

Según ha informado la policía vasca, sobre las cuatro y cuarto de la tarde y durante un control de documentación en la N-240, en Areatza, se interceptó un vehículo cuyo conductor y único ocupante mostró desde un primer momento una actitud de nerviosismo.

Una vez identificado, los agentes constataron que presentaba antecedentes por tráfico de sustancias estupefacientes. Ante tales circunstancias y dado que no ofreció una explicación coherente sobre su presencia en la zona, los agentes solicitaron que fuera al lugar un perro de la Unidad Canina para realizar una inspección del coche.

El perro marcó en varias ocasiones un lateral del asiento trasero del coche. En el momento en que la patrulla registraba esa zona del vehículo y localizaba varios paquetes escondidos, conteniendo una sustancia prensada de color marrón, el conductor aprovechó para darse a la fuga a la carrera en dirección al casco urbano de Areatza.

Con el apoyo de otras dotaciones policiales se inició la búsqueda del huido, que fue localizado unos minutos después en el interior de los baños públicos del frontón de esta localidad.

Tras el hallazgo de la droga en el coche, alrededor de cuatro kilos de hachís, distribuidos en un total de siete paquetes, se le arrestó por un delito de tráfico de drogas.