BILBAO. El incidente se produjo a las seis y cuarto de la mañana, cuando dos testigos alertaron a la Ertzaintza de cómo un varón se encontraba rompiendo los espejos retrovisores de varios vehículos estacionados.

Una patrulla se trasladó al lugar y contactó con uno de los testigos, quien seguía de cerca al sospechoso y facilitó su descripción.

Poco después, los agentes localizaron a un individuo cuya descripción coincidía con la facilitada por el testigo. Al percatarse de la presencia policial, el sospechoso trató de huir pero fue arrestado por la patrulla.

Mientras se procedía a su identificación, otro recurso policial realizó una inspección de la zona comprobando que un total de diez vehículos aparcados presentaban daños, principalmente en los espejos retrovisores exteriores, que habían sido fracturados.

Ante tales evidencias los agentes arrestaron al sospechoso, de 19 años, acusado de un delito de daños. Tras ser trasladado a dependencias policiales para realizar las correspondientes diligencias fue puesto en libertad, siendo citado para comparecer ante la autoridad judicial.