A partir del próximo 4 de abril los jueces de paz dejarán de poder celebrar matrimonios civiles, lo que reducirá las opciones para contraer matrimonio. Una nueva normativa estatal modificará sus competencias y ya no podrán ejercer bodas como lo hacen alcaldes, concejales, encargados del Registro Civil y notarios. Desde las notarías creen que esta decisión aumentará la “presión” administrativa y llevará a muchas parejas a casarse ante ellos, una práctica que se ha multiplicado en los últimos años por su “celeridad y flexibilidad”.
Según los últimos datos recopilados, correspondientes al tercer trimestre de 2024, nueve de cada diez matrimonios en Euskadi fueron civiles, por lo que la nueva normativa apunta a trastocar por completo la celebración de bodas. “Desde hace un tiempo hay un cambio porque se busca una mayor celeridad. Nosotros tratamos de aflojar algo la presión de la administración pública”, asegura Valentina Montero, vicedecana del Colegio Notarial del País Vasco.
Hasta ahora, los jueces de paz, elegidos por cada ayuntamiento en el que operan, tenían la potestad de realizar uniones matrimoniales, pero, a partir del 4 de abril pasarán a ser oficinas colaboradoras del Registro Civil, limitando, de este modo, las posibilidades de dar el ‘sí quiero’. “Supongo que se les suprime esa labor para encargarles otras que son más urgentes”, apunta Montero.
Las bodas civiles, por lo tanto, se dividirán, principalmente, entre las que se oficien en los ayuntamientos y las que se hagan ante notario. “Cada una tiene sus ventajas y sus desventajas, pero la jurisdicción es la misma”, explican desde el Colegio Notarial, donde han notado un “aumento considerable” de enlaces en sus oficinas en los últimos tiempos, ya que los plazos son mucho más cortos y flexibles. “Es más fácil elegir el día en el que se quiera hacer y, además, con mucha más celeridad. Incluso se puede aprovechar para hacer otras gestiones a la vez”, indican.
“Desde hace un tiempo hay un cambio porque se busca una mayor celeridad en las notarías”
Precio de la boda
Para poder hacerlo, deben solicitar, en primer lugar, el expediente matrimonial en el Registro Civil –una gestión que se puede hacer vía Internet– y, una vez se haya otorgado, se procede a la firma de las capitulaciones matrimoniales en la notaría con la presencia de dos testigos. “Básicamente, es igual que en el ayuntamiento, aunque siempre se pone como desventaja lo que cuesta”, explica Montero. Así, si el coste de un enlace civil en un consistorio se sitúa en torno a los 100 euros, llevarlo a cabo en una notaría supone un gasto de entre 500 y 600 euros más los 150 euros que cuesta aproximadamente el expediente matrimonial.
“No es un coste tan grande para una boda. Al final, depende de lo que busque cada persona. Una notaría te ofrece ventajas que no tienes en el ayuntamiento”, agregan desde el Colegio, explicando que, por el mismo motivo, también se han incrementado las juras de nacionalidad ante notario. “Agilizar los plazos es fundamental y eso solo lo ofrece una notaría”, agrega Montero.
Bodas ordinarias y rápidas
Para celebrar una boda en un ayuntamiento lo habitual es tener que esperar varios meses de plazo, una cifra que varía según en cada municipio.