La Unidad de Fragilidad del hospital de Gorliz, que se puso en marcha en el segundo semestre de 2023, ha atendido desde entonces a mil pacientes, con una media mensual de 40 ingresos y una estancia de 12 días, ha informado Osakidetza.
Este nuevo enfoque promueve una atención más integral del paciente mayor, que aunque continúa centrado en el ámbito clínico que motiva el ingreso, contempla desde un primer momento atender otros aspectos en la búsqueda de conservar, al alta, la calidad de vida del paciente previa al ingreso.
El objetivo que se persigue es que las personas no sufran un deterioro funcional y pierdan calidad de vida al finalizar su ingreso; que su estancia en el hospital no implique un deterioro en sus condiciones de vida anteriores y se reintegren a su entorno social en las mismas condiciones que tenían a su entrada en el hospital.
Atención integral
El nuevo enfoque consiste en una atención más integral, liderada por geriatras, y que se centra en el ámbito clínico que ha motivado el ingreso, pero también en aspectos como el ejercicio, la alimentación y el autocuidado para no avanzar hacia un estado de dependencia en salud.

Además del geriatra conforman el equipo de asistencia profesionales de enfermería, auxiliares de enfermería, celadores, farmacia, fisioterapeutas, dietistas, y trabajadores sociales junto a otros médicos especialistas.
Los óptimos resultados obtenidos por la Unidad de Fragilidad del hospital de Gorliz residen en opinión de sus profesionales en la fuerza el trabajo conjunto y en la aproximación desde el punto de vista de la geriatría, que contempla como eje, la necesidad de implicar a pacientes y familias en ámbitos como la realización de ejercicio físico, la necesidad de llevar una dieta adecuada o el aseo y cuidado de la piel en sus familiares mayores.