El gasteiztarra Javier Echarri y el azpeitiarra Jon Alonso, dos estudiantes de tercer curso del grado de Liderazgo Emprendedor e Innovación (Leinn) de Mondragon Unibertsitatea, son los impulsores de Ikasiz. Se trata de un proyecto dirigido a padres y madres para orientar a sus hijos en el uso responsable de los teléfonos móviles que ganó en 2023 el II Hackathon Guuk, certamen universitario que premia soluciones innovadoras en el sector de las telecomunicaciones. En esta primavera de 2024, estos dos jóvenes de 20 años han visto cómo echaba a andar su idea, plasmada en una serie de sesiones formativas entre mayo y junio. Pero su deseo es que Ikasiz tenga una continuidad: “Vemos que es una necesidad”.
¿De dónde les vino la inspiración para crear Ikasiz?
Javier Echarri: Principalmente, la carrera que estudiamos trata de buscar problemáticas actuales y darles solución. Esta es una problemática en auge y de ahí surgió la idea de Ikasiz. Han sido largos meses de trabajo y hoy podemos estar orgullosos de lanzarla al mercado y poder impartir formaciones en distintos municipios.
Según los datos que maneja Ikasiz, un 41,8% de los padres reconocen no haberse interesado mucho por la educación digital de sus hijos. ¿No perciben una amenaza en la relación con los dispositivos digitales?
Jon Alonso: Sí ven que es una amenaza, pero muchas veces la comunicación familiar no es ni la más adecuada ni la más trabajada. Cuando no se habla entre padres e hijos, en lo que se entiende como un entorno seguro, se hace más difícil detectar problemas como el ciberbullying y cualquier tipo de acoso. La clave en la educación digital es esa comunicación familiar.
J. E.: Lo que detectamos es una falta de herramientas y de conocimiento en este tema por parte de los padres. Desde nuestra formaciones procuramos dotarles de esas herramientas y conocimientos.
¿Cuáles son esas herramientas?
J. E.: Cada sesión formativa consta de dos sesiones de hora y media y se imparten en grupos de entre 15 y 20 personas. Una propuesta de valor que tenemos a diferencia de otras formaciones de esta temática es que son totalmente prácticas. Cada padre o madre que venga va a tener que pensar y reflexionar. Buscamos que sea una formación bidireccional, en la que no solo nosotros traslademos conocimiento, sino que ellos también puedan compartir sus casos personales.
¿Qué estructura tienen estas formaciones?
J. E.: Dentro de las formaciones hay seis módulos que incluyen varios test diseñados por nosotros junto a expertos de varios perfiles, especialmente junto a una psicóloga infantil, para detectar cuáles son las capacidades de las familias frente a estas situaciones. Estos expertos nos ayudan a verificar toda la información que trasladamos en una materia tan delicada. Vemos también cómo utilizar de una manera efectiva controles parentales que podemos encontrar en el mercado. Simulamos, mediante ejercicios y juegos, diferentes situaciones para que luego ellos, en la vida real, puedan reaccionar de una manera correcta. Buscamos que salgan ya de las sesiones con una estrategia personalizada, tanto a corto plazo como pensando en la implementación de unos hábitos a largo plazo.
Habrá ciertas cuestiones que preocupen especialmente a los padres en este ámbito digital, ¿no es así?
J. A.: Sí, hemos visto casos de contacto de adolescentes con la pornografía, que en el Estado y en Euskadi, de media, suele producirse por primera vez con once años. Lo vemos como un peligro en menores que aún ni saben lo que es la educación sexual. Otro dato alarmante es que un adolescente utiliza de media el móvil unas cinco horas al día. Vemos necesario trabajar la educación digital, porque el móvil ha venido para quedarse.
En principio, el programa contempla cuatro sesiones dobles en Bilbao, Irun, Gasteiz e Iruñea. ¿Hay intenciones de ampliarlo?
J. A.: Esperamos ampliarlo. Estamos dispuestos a colaborar con entidades públicas y empresas privadas para llegar a otros municipios. Nos encantaría, porque llegaríamos a más público y vemos que es una necesidad.
Ikasiz es un proyecto enmarcado en sus estudios, pero podría convertirse en un futuro en una vía de negocio interesante para ustedes.
J. A.: Así es. Le estamos dedicando muchas horas para sacar un producto que pueda ayudar a la ciudadanía. Tenemos pensado seguir trabajándolo y no dejarlo solo en algo presencial, sino darle también un soporte digital. Puede parecer contradictorio, pero se trata de una herramienta que ha venido para hacernos la vida más fácil.
Otra vía a explorar podría ser la de los centros educativos.
J. E.: Desde luego. Las escuelas son un pilar fundamental. Sí o sí, deberían implementar este tipo de espacios para que se hable sobre educación digital infantil.