La Comisión Europea urgió ayer martes a los países de la Unión Europea a acelerar su adaptación ante las amenazas del cambio climático porque supone “una cuestión de supervivencia económica”, y advirtió sobre la posibilidad de que la escasez de agua desate “conflictos” en territorio comunitario.

“El impacto climático seguirá empeorando. Es inevitable y puede resultar abrumador. Sí, las consecuencias del cambio climático son hasta cierto punto inevitables. Pero pueden y deben gestionarse mejor”, dijo en el Parlamento Europeo el comisario europeo de Acción Climática, Wopke Hoekstra, tras la reunión del Colegio de Comisarios.

El análisis presentado por el Ejecutivo comunitario se apoya en una evaluación de riesgos climáticos expuesta la víspera por la Agencia Europea del Medioambiente en la que ese organismo de la Unión Europea pedía medidas “urgentes” y “contundentes” al considerar que las políticas actuales son insuficientes. La “comunicación” de la Comisión no contiene medidas legislativas, sino que indica el “sentido de la marcha” de la acción política, en palabras del comisario.

Bruselas llama a los Estados miembros a reforzar la gobernanza y la coordinación, analizar mejor las interconexiones entre los distintos riesgos, adecuar la planificación de infraestructuras y mejorar la financiación público y privada y, en general, desarrollar una gestión “proactiva” de adaptación a la crisis climática.

“La resiliencia climática es cuestión (...) de competitividad para las economías y las empresas y, por tanto, para el empleo” y la adecuada gestión de los riegos climáticos es “una condición necesaria para mejorar los niveles de vida” y una “cuestión de supervivencia económica de las zonas rurales y costeras, agricultores, silvicultores y pescadores”, resume Bruselas.