Greenpeace ha lamentado que 2025 sea uno de los peores años de la historia de los incendios en España, con casi 400.000 hectáreas quemadas y con 8 de los 10 fuegos más grandes de este siglo, al tiempo que ha pedido "definir una hoja de ruta nacional ambiciosa con compromisos vinculantes".
La organización también ha apuntado en un comunicado la necesidad de realizar una mejor gestión de las masas forestales para prevenir los fuegos y ha juzgado prioritario tomar medidas urgentes en las zonas que han sido quemadas para frenar los procesos erosivos actuales.
Además ha difundido una serie de imágenes "exclusivas" que documentan, desde el aire, la magnitud de la destrucción por los incendios, llegando incluso a zonas no fotografiadas -según la organización- hasta ahora en las comarcas de Sanabria (Zamora), El Bierzo (León) o en la provincia de Ourense.
La temporada de incendios forestales de este año sólo ha sido superada en 1985, 1978, 1994 y 1989, pero su singularidad radica en que se ha sobrepasado la media de hectáreas calcinadas por los Grandes Incendios Forestales (GIF), aquellos de más de 500 hectáreas, que ha ascendido a 6.100 ha, cuando hasta ahora había sido de 1.500 ha/GIF, ha destacado.
Greenpeace ha señalado que de los 10 fuegos más grandes de este siglo, 8 han tenido lugar en 2025, entre ellos, el de Molezuelas de la Carballeda (Zamora), Larouco (Ourense) o Llamas de Cabrera (León).
"Estas cifras son un claro signo de cómo el cambio climático sigue acelerándose y agravando eventos meteorológicos extremos como incendios, olas de calor e inundaciones", ha indicado la organización.
Las imágenes, documentadas por Greenpeace de la mano del fotógrafo social y medioambiental Pedro Armestre, recogen la dimensión de esta tragedia.
"Desde el aire, lo que se ve no es sólo tierra quemada: son hogares perdidos, paisajes convertidos en ceniza y un futuro que se apaga. Es un país en llamas y una emergencia que ya no podemos permitirnos ignorar: si no se invierte en prevención y gestión forestal, cada verano será peor que el anterior", ha declarado Armestre.
Por su parte, Mónica Parrilla de Diego, responsable de la campaña de incendios forestales de Greenpeace España, ha hecho hincapié en que es urgente "que se gestionen las masas forestales, pues son el escenario donde transcurre el fuego".
Paralelamente, se debe trabajar en el pacto de Estado propuesto por el Gobierno contra el cambio climático, "para definir una hoja de ruta nacional ambiciosa con compromisos vinculantes", ha añadido.
Greenpeace ha subrayado que, ahora, las acciones pasan por medidas urgentes en las zonas quemadas para frenar los procesos erosivos actuales, controlar las posibles avenidas y favorecer la regeneración natural de la cubierta vegetal.
Por ello, ha juzgado "prioritario" proteger los cursos de agua de la contaminación de las cenizas y el suelo y reducir los procesos erosivos.
"Es importante no promover iniciativas en zonas recientemente quemadas, porque se interferirá en las medidas urgentes de protección de suelo y en las investigaciones en terreno sobre las causas del incendio", ha finalizado.