El consumo no médico de la ketamina, un sedante de uso veterinario con efectos alucinógenos, ha aumentado en varios países de Europa hasta el punto de que la ONU ha pedido en un informe publicado ayer martes vigilar estrechamente esta sustancia. “En varios países europeos ha aumentado el consumo de ketamina con fines no médicos, lo que ha llevado a un incremento del número de personas que solicitan tratamiento”, indica la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) en su análisis anual sobre drogas.

Ese organismo de la ONU señala que países como Bélgica, España, Francia e Italia alertaron de un aumento de las personas que solicitan tratamiento por consumo de esa droga. Esa tendencia, señala la JIFE, muestra “la necesidad de vigilar de cerca tanto el uso como sus efectos en la salud pública”.

Tanto Naciones Unidas como el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT) han detectado un aumento del consumo no médico de esa sustancia, lo que ha generado preocupación por “las graves consecuencias sanitarias que ello podría desencadenar”, indica.

En 2022, el OEDT publicó que en algunas ciudades de Dinamarca, España, Italia y Portugal se detectaron los niveles más elevados de ketamina en las aguas residuales, un indicador de los niveles de consumo.

Entre diciembre de 2022 y enero del pasado año varios países europeos colaboraron en una operación para combatir la fabricación y distribución ilícitas de varias sustancias, entre ellas la ketamina, que era traficada a través de servicios de correos y mensajería.

En este sentido, el creciente uso de internet, incluidas redes sociales y plataformas de comercio por parte de narcotraficantes –que venden incluso el letal fentanilo–, alarma al órgano de la ONU que vela por el cumplimiento de los tratados antidrogas.

“La mayor disponibilidad de drogas ilícitas en internet (...) y el mayor riesgo de muertes por sobredosis debido a la presencia online de fentanilo y otros opioides sintéticos son algunos de los desafíos clave para el control de drogas en la era de Internet”, denuncia la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) en su informe anual difundido en Viena.

Cambios en el mercado de drogas

Este fenómeno está transformando el panorama del tráfico de drogas, aumenta su disponibilidad y expone a los consumidores, sobre todo los más jóvenes, a grandes riesgos como el fentanilo, 50 veces más potente que la heroína y causante de la oleada de muertes por sobredosis en EE.UU.. La JIFE destaca que el uso de internet para la comercialización de drogas va más allá de la web oscura –algo que se sabe desde hace muchos años– y llega a redes sociales donde la presencia de contenido inapropiado es cada vez más accesible a audiencias vulnerables, menores incluidos.

“Podemos ver que el tráfico de drogas no se lleva a cabo sólo en la web oscura. Los delincuentes también están explotando las plataformas legítimas de comercio electrónico”, denunció Jallal Toufiq, el presidente de la JIFE, que alentó a los gobiernos a actuar.

En corto

Incautación. Los países de la Unión Europea intervinieron en 2021 una cantidad récord de cocaína –303 toneladas–, con el 75% del total de la droga decomisada en sólo tres países: Bélgica, Países Bajos y España. Este es uno de los datos incluidos en el Informe de 2023. Los países donde se produjeron las mayores incautaciones fueron Bélgica (96 toneladas), Países Bajos (72 toneladas) y España (49 toneladas), sumando entre los tres el 75% del total en toda la UE.