Las dos mujeres asesinadas en Morata de Tajuña junto a su hermano fueron víctimas de la llamada estafa amorosa, una más de las que están proliferando por la exposición continua a internet. Son muchas las “trampas” en las que los malos intentan que caigamos dentro del mundo on line. El inspector Antonino J. Flores Rodríguez, jefe de Grupo Fraude Comercio Online de la Unidad Central de Ciberdelincuencia de la Policía Nacional, recuerda los riesgos a los que nos exponemos en esas interacciones virtuales que ya mantenemos casi a diario. Y ¿cuándo nos exponemos más? El inspector contesta: “Cuando estamos en situaciones de desventaja o vulnerabilidad”, es decir, “a la hora de encontrar trabajo, cuando queremos establecer una relación afectiva o cuando queremos contratar, comprar o alquilar algún servicio con alta demanda, como un piso o una entrada de un concierto”.

Pero también “cuando damos por sentado que la información que recibimos por internet es cierta, tomando como de total confianza consejos de inversión, páginas web de comercio on line totalmente desconocidas con precios muy ventajosos, etc...”

Nos arriesgamos a ser víctimas de estafas cuando “bajamos la guardia ante comunicaciones por vía de nuestro correo electrónico, mensajería o redes sociales que, con distintas excusas, nos invitan a facilitar datos personales, bancarios o de acceso a nuestros servicios de internet”, dice el inspector.

“Todo ello se concreta en que aportamos en muchas ocasiones voluntariamente información personal como documentación y datos bancarios y de nuestras tarjetas de crédito, así como “credenciales de acceso a nuestros servicios que posteriormente serán utilizados en nuestra contra”, concluye el experto.

Una estafa que está en auge es la de “Tu hijo está en apuros”. En esta estafa se elige a una víctima que recibe por WhatsApp un mensaje de alguien que se hace pasar por su hijo y que le pide dinero con una excusa.

También proliferan en internet anuncios fraudulentos de alquileres que intentan que la víctima pique con casas que no existen y precios de chollo. . Y hay más en vacaciones. Comparar esos precios con los del mercado real, o escudriñar las fotos pueden evitar caer en la trampa

Contestar con un inocente sí al teléfono puede complicarte mucho la vida. Porque inmediatamente puede salirte un mensaje grabado que te felicita por haberte suscrito a algo por un precio nada desdeñable. También hay que desconfiar de cualquier llamada del banco que no hubieras pedido ni esperaras.

Las inversiones en criptomonedas pueden ser una estafa. Otro engaño es el que suplanta a la Agencia Tributaria, que te envía un SMS para que le facilites los datos de tu cuenta para reembolsarte una cantidad de la declaración de la renta, además de un bono social de 200 euros. Ha proliferado también un correo electrónico de Correos (suplantado, claro) en el que se informa a la víctima de que no se le ha podido entregar un paquete. Para poder reenviárselo, tendrá que rellenar un formulario que, al final, incluye los datos bancarios para pagar una tarifa de servicio. La cantidad será mínima, pero ya tienen tus datos para usarlos en otro fraude.