Las oficinas para la protección de menores y prevención de abusos de la Iglesia católica han recibido, en los últimos tres años –desde que se pusieron en marcha–, un total de 728 testimonios y ha contabilizado 927 víctimas de abusos sexuales contra menores o personas vulnerables en el ámbito de la Iglesia católica desde la década de los 40 del siglo XX hasta finales de 2022.

Así se desprende del informe Para dar luz, elaborado por la Conferencia Episcopal Española (CEE) y presentado ayer en Madrid. Se trata del primer documento que presenta la Iglesia en España sobre la pederastia, que incluye toda la información recibida en la CEE. Según han explicado desde la CEE, la diferencia entre el número de testimonios (728) y el de víctimas (927) se debe a que en alguno de los casos que han llegado a las oficinas había varias víctimas de un mismo agresor.

El informe, que fue entregado recientemente al Defensor del Pueblo, se compone de siete volúmenes divididos en: una parte documental con todos los protocolos de prevención de abusos elaborados por instituciones eclesiales de ámbito nacional, congregaciones religiosas y diócesis en estos tres últimos años; una recopilación de toda la legislación de prevención y actuación vigente; una tercera parte en la que se da cuenta de los casos conocidos a través de las oficinas de protección de menores, y una cuarta con el trabajo de formación.

Atendiendo a los datos, del total de 728 casos contabilizados, 283 fueron recibidos en las oficinas diocesanas y 445 en las congregaciones.

En relación a la fecha en la que se cometieron los abusos, se revela que el 75% de los casos se produjeron antes de 1990. En concreto, se contabilizan dos casos anteriores a 1950; 40 entre 1950 y 1960; 137 entre 1960 y 1970; 172 entre 1970 y 1980; 127 entre 1980 y 1990; 45 entre 1990 y 2000; 20 entre 2000 y 2010; 60 entre 2010 y 2020, y 34 casos ocurridos a partir de 2020.

El 99% son varones

En relación al sexo, más del 99% de los agresores son varones –frente a cinco mujeres– y, atendiendo a las víctimas, también son en su mayoría hombres (82%). En cuanto a la pertenencia a la Iglesia, más de la mitad de acusados, un total de 378, son sacerdotes. Además hay 208 religiosos o religiosas, 92 laicos y 23 casos en los que el denunciante no supo la condición eclesial del agresor. El 63% de acusados han fallecido.

Según el informe, la orientación de los abusos es mayoritariamente de carácter homosexual masculino, alcanzando el 82% de los casos frente a un 17% de casos en los que los abusos eran de carácter heterosexual. Respecto al contexto en el que se produjeron, el 47% de los abusos se produjeron en el ámbito escolar (colegios, institutos, aulas, patio escolar, vestuario, gimnasios); un 16% en el ámbito parroquial (parroquia, iglesia, rectoral, centros parroquiales) y un 14% en seminarios, internados o escolanías. También hay un 7% de casos en el ámbito del tiempo libre o de ocio (excursiones, acampadas, peregrinaciones) y el resto, un 15%, se distribuye en espacios  como domicilios familiares, casas religiosas o automóviles. –