La Comisión de Salud Pública tratará este jueves el documento de respuesta y actuación ante la gripe aviar, un documento que incluye, entre otras medidas, un sistema de doble vigilancia para cualquier persona expuesta en una granja a aves y visones infectados, incluso con Equipos de Protección Individual (EPIs), así como cribados para aumentar la detección de asintomáticos.

Así consta en el plan elaborado por la Ponencia de Alertas y Planes de Preparación y Respuesta y que actualiza la guía de actuaciones del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) tras confirmarse el año pasado nuevos casos en el Estado y Europa.

Aunque la probabilidad de transmisión a humanos de la gripe aviar es poco frecuente, incluso en contacto con animales enfermos, Sanidad busca reforzar los protocolos de actuación y prevención ya que no se descartan "futuros casos".

Riesgos

Entre los riesgos, cita el documento, está que el virus aviar evolucione y aumente su capacidad de transmisión en el ser humano ya que "podría ocurrir mediante la adquisición de mutaciones que confieran una adaptación de los virus aviares a los mamíferos o mediante el intercambio o reorganización de segmentos del genoma viral entre diferentes virus de la gripe que infectan diferentes especies y coinciden en un mismo individuo, animal o persona".

Así, Sanidad se ve obligada a facilitar a Salud Pública -en un plazo de 72 horas tras ser notificado un foco- un listado de las personas expuestas y que serán sometidas a "una doble vigilancia que permita detectar los casos sospechosos lo más precozmente posible" y "aumentar la probabilidad de detectar casos asintomáticos", con vigilancia pasiva de síntomas compatibles o cribados PCR.

"Debido al alto volumen de aerosoles que pueden generarse en estos brotes y en las tareas de limpieza y desinfección derivadas de ellos, se considerarán expuestas las personas relacionadas con el foco (incluyendo trabajadores de la explotación y personas implicadas en las tareas de control) independientemente de la utilización de los EPIs durante la exposición", aclara el documento.

Antecedentes el año pasado

El 27 de septiembre se confirmó la primera infección en un joven trabajador de una granja de Guadalajara, asintomático y con carga viral baja, y se concluyó que el hallazgo correspondía "a una contaminación de la superficie de la membrana nasal o faríngea", aunque no se pudo demostrar específicamente.

Al trabajador se le aisló hasta el día siguiente que se le hizo una PCR que dio negativa y se hizo un estudio de contactos que solo localizó a uno estrecho, que también resultó negativo.

Desde enero de 2022, cuando se detectó un primer positivo en Reino Unido, en el Estado se han realizado controles a los trabajadores de 22 explotaciones y, de las 177 pruebas realizadas a 253 empleados expuestos, todas -a excepción del citado caso- han sido negativas.

En este tiempo, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ha notificado un total de 85 focos de A(H5N1) en aves silvestres -31 de ellos en verano- en 31 provincias y 36 focos en explotaciones avícolas en 6 provincias.

Posibles casos futuros

El documento sostiene que una aplicación de las medidas de detección precoz puede conllevar la notificación de "más casos esporádicos en el futuro", por lo que resalta que es crucial "mantener y reforzar" la vigilancia en las explotaciones y las medidas de prevención y control en los grupos de riesgo (ganaderos, veterinarios, trabajadores de granjas, cazadores, ornitólogos, agentes de medio ambiente, personal de zoológicos, etc).

Señala que la gripe aviar es una enfermedad vírica de amplia distribución mundial, mantenida principalmente entre las aves silvestres acuáticas y recuerda que, hasta el momento, "la mayoría de los subtipos del virus de la gripe A causantes de la gripe aviar son relativamente inofensivos para sus aves hospedadoras naturales y no suelen infectar a los seres humanos".