Con tan solo 20 años Mohamed Harmouch decidió montarse en un kayak y emprender desde su Marruecos natal un largo camino para labrarse un futuro en la Europa soñada. Dejó atrás a su familia, pero nunca imaginó que el periplo resultaría tan difícil y doloroso. Antes de llegar a Euskadi pasó por varias ciudades y finalmente recayó en Bilbao. En su viaje, con un destino incierto, perdió a varios amigos, tuvo que dormir en la intemperie y pasar hambre y miedo en la oscuridad de la noche. Pero hace año y medio la vida de Mohamed cambió por completo gracias a la ayuda de los profesionales de Peñascal Kooperatiba. “Desde entonces soy otra persona”, reconoce este joven de 23 años.

“Desde entonces soy otra persona”

Con el apoyo de esta entidad de iniciativa social, sin ánimo de lucro y cuyo propósito se centra en integrar en la sociedad a personas que están en situación o en riesgo de exclusión por diversas circunstancias personales, académicas o sociales, Mohamed ya se ha formado en electricidad y ahora está estudiando fontanería en uno de los centros que Peñascal Kooperatiba tiene en la capital vizcaína, en el barrio de Bolueta. 

Mohamed es uno de los jóvenes que forman parte del programa Irauli (incluido dentro del fondo Isuri del Gobierno vasco), cuyo objetivo es dar apoyo a diferentes colectivos en situación de vulnerabilidad en Euskadi. Este joven, al igual que otros tantos, dispone de un apoyo no solo de formación, sino también de cobijo social para que su desarrollo sea “más fácil” y “normalizado”.

Según explica Ignacio Fandiña, uno de los coordinadores del equipo de Intervención y orientación social de Peñascal Kooperatiba, “la mayoría de los jóvenes han llegado de otros países y no cuentan con una red familiar que les pueda sustentar. Hay un límite, que es el arraigo social. Después de tres años y de empezar a trabajar ya están en disposición de obtener los papeles y pueden empezar a labrarse un futuro, con un contrato, una vivienda...”.

“La mayoría de los jóvenes han llegado de otros países y no tienen una red familiar que les pueda sustentar”

Ignacio Fandiña - Coordinador Peñascal Kooperatiba

En los dos últimos años, a través del Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales el Gobierno vasco que dirige Beatriz Artolazabal, han logrado sacar de la calle a 586 personas con programas como Lehen Urratsa, Trapezistak e Irauli. En el caso del programa Irauli ofrecen no solo formación, sino también asesoramiento y una residencia. “Vivir en la calle es muy duro. Siempre tuve claro que debía formarme para trabajar. Ahora vivo en un piso y mi sueño es lograr un trabajo. Lo voy a conseguir y en este camino ha sido fundamental el apoyo que me han dado los profesores del Peñascal. Sin ellos mi vida no sería igual”, explica. 

Sensibilidad especial

Peñascal Kooperatiba la integran personas del ámbito educativo -psicólogos, pedagogos, maestros…- y del mundo profesional, como ingenieros y técnicos de diferentes sectores. Son profesionales con una sensibilidad especial y un componente muy vocacional, que ayudan a estos jóvenes, mediante itinerarios personalizados, a encauzarse y salir a flote después de fracasos acumulados o duras situaciones de exclusión vividas. 

Almudena Quintanilla, encargada del sector de madera en Peñascal Kooperatiba, explica que el éxito de este centro radica en el método de enseñanza que se aplica. “Se aprende trabajando”. Según explica Quintanilla, “muchos de los alumnos llegan al centro tras sufrir un fracaso escolar y nosotros les prestamos ese apoyo para que vayan construyendo con esfuerzo un futuro no solo laboral, sino también personal”. “La autoesmima es la base del aprendizaje”, asegura.

Además, en opinión de Almudena, lo que el equipo de profesionales de Peñascal Kooperatiba no olvida jamás es que “tratamos con personas con problemas y sin apoyos. Para que puedan salir adelante es importante cubrir sus necesidades básicas. De nada sirve formarles si luego se sienten desprotegidos”. 

La confianza es la clave del éxito y para ello es fundamental el apoyo. Esa es la filosofía que mueve a Peñascal Kooperatiba, la que tienen siempre presente e inculcan a los estudiantes para que puedan labrarse un futuro. Conseguirlo no es fácil, pero sí posible. “Por el centro han pasado personas con una historias duras, desgarradoras, verdaderos dramas. Son personas de una generosidad increíble, valientes y con ganas de salir adelante”, concluyen. 

Fondo Isuri


Peñascal Kooperatiba. El Fondo Isuri es una iniciativa del Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales. Contacto: Email: info@grupopenascal.com y teléfono: 944 029 300.