En Euskadi se tramitan al año alrededor de mil medidas de tipo judicial que afectan a unos 600 menores de edad que han cometido infracciones y delitos relacionados con robos con violencia o intimidación, violencia filio parental, lesiones, hurtos o daños materiales y a terceros. El modelo de Justicia Juvenil del que se ha dotado la Comunidad Autónoma Vasca para tratar y dar respuesta a las conductas delictivas de chicos y chicas de 14 a 18 años fue la temática abordada ayer jueves en el programa especial realizado y emitido por Boulebard de Radio Euskadi desde el Centro Educativo de Justicia Juvenil existente en localidad de Areatza, en pleno valle de Arratia. Y es que el sistema vasco, lejos de culpabilizar y de penar a los menores, se guía por el principio de responsabilidad "y apostamos abiertamente, desde hace 25 años, por lo educativo y por dar una salida a través de una justicia restaurativa desde una perspectiva comunitaria y normalizadora", explicó Pablo Martínez Larburu, responsable de gestión penitenciaria.

En este sentido, Patxi López Cabello, director de Justicia Juvenil de Gobierno vasco, incidió en que los recursos y medidas disponibles a la hora de trabajar con estos menores no son genéricos ni encorsetados. "En justicia juvenil solo vale la sastrería a medida. Se trata con chicos y chicas concretos, con una realidad concreta, que viven en unos contextos concretos, con unas personas concretas y en una comunidad concreta. En base a todo eso se actúa y todos los que participamos en este modelo, desde fiscales, jueces, letrados hasta personal técnico y educativo, estamos obligados a que, a la hora de hacer las cosas y tomar las decisiones, se tenga en cuenta no solo el hecho delictivo sino también la realidad de esa persona", afirmó con claridad para después explicar que la fórmula para tener éxito en esta complicada labor es "hacer mucho solfeo y saber mucha música hasta conseguir tocar bien la tecla adecuada".

Red de centros

Un pilar fundamental en este cometido es la red de centros educativos de justicia juvenil existentes en Euskadi que están atendidos por personal especializado y cuya finalidad es acoger a las personas infractoras menores de edad que deben cumplir una medida firme o cautelar de internamiento. "En solo un 17% de los casos, la intervención se produce en un centro educativo de este tipo. De hecho, disponemos de un total de 131 plazas de las que a día de hoy están cubiertas 90", precisó Patxi López Cabello.

El abierto en noviembre de 2019 en las instalaciones del antiguo convento Santa Isabel, en Areatza, está catalogado como de Nivel II, es decir, de régimen semiabierto y abierto. Su particularidad es que atiende casos de violencia filio paternal y de las 20 plazas disponibles, en la actualidad están ocupadas 16. Luis Miguel Uruñuela, director de la Asociación Educativa Berriztu que gestiona el centro explicó en el programa que "ofrecemos un servicio especializado y terapéutico dirigido a ayudar a familias y adolescencias con una problemática muy particular" e incidió en que la mayor parte de los menores llegan "con un proceso de caída que necesita una frenada". Respecto a la labor asistencial que desarrollan los profesionales con los chicos reconoció que "no somos magos, ni tenemos mazmorras ni látigos, sino que nos lo jugamos todo a través de la relación educativa". Para obtener resultados óptimos "tenemos que ganarnos la confianza de los chavales sin caer en el coleguismo, y nuestra formula mágica se llama firmeza y cercanía", indicó.

Roberto García, director del centro de Areatza, ratificó esas palabras. "La base del proceso de enseñanza y aprendizaje es establecer límites, que los jóvenes cumplan las normas básicas del día a día, asuman la figura de la autoridad y sean después capaces de extrapolar esas buenas conductas al contexto familiar", una labor en la que son vitales las terapias grupales, familiares e individuales dirigidas por educadores sociales, psicólogos o psicoterapeutas.

los datos

Perfil general

Menores de 14 a 18 años. En el 80% de los casos son chicos y el 20% chicas. Un 70% de los atendidos a través de diferentes servicios son de Euskadi o lugares cercanos y, en muchos casos, han abandonado los estudios, provienen de hogares con escaso control parental o se han acercado al consumo de tóxicos.

131

Centro juvenil de justicia. Es uno de los recursos asistenciales con los que cuenta Euskadi. En la actualidad hay disponibles 131 plazas, pero están ocupadas 90. Están atendidos por personal especializado y los menores cumplen allí medidas firmes o cautelares de internamiento.