El Departamento de Salud descartó ayer martes derivar pacientes a la red sanitaria privada a pesar de la alta tensión que soportan los hospitales públicos. En la actualidad hay 543 vascos ingresados en planta, 113 más que hace dos semanas y otros 189 en UCI. En la última semana, cada día ingresan una media de 93 enfermos de coronavirus, con un pico de 117 hospitalizados el pasado día 20, mientras que el 62% de los pacientes en UCI tienen covid. Sin embargo, la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, consideró ayer martes que "aún no es necesario intensificar la colaboración entre la sanidad privada y la pública, una práctica habitual en Euskadi".

En todo caso precisó que, si hace falta, Osakidetza colaboraría con la red privada, ya que "existe disposición por ambas partes", afirmó. Tan solo el lunes, se produjeron 91 nuevos ingresos y, ante las malas perspectivas, la Dirección de Osakidetza y el Departamento de Salud optaron por retrasar las cirugías no urgentes. "Sabemos que en los próximos días habrá más hospitalizaciones y debemos actuar con responsabilidad", remarcó.

Colaboración en la primera ola

En los momentos más duros de esta crisis sanitaria, durante la primera ola, la red privada colaboró estrechamente con Osakidetza para aliviar la carga asistencial del sistema vasco de salud. Lo hizo acogiendo pacientes positivos de covid-19 o pacientes pluripatológicos sin coronavirus. Así, por ejemplo, la Clínica Virgen Blanca, del IMQ, se puso a disposición de Osakidetza para que pudiera descargar enfermos con coronavirus de los hospitales de Basurto y Galdakao.

El hospital San Juan de Dios, de Santurtzi, también albergó pacientes pluripatológicos llegados de otros hospitales, pero que no habían dado positivo por covid-19, con el fin de que esos centros pudieran liberar espacio para enfermos infectados.

En estos momentos preocupa la situación tanto en planta como en las UCI, ya que, tras el valle de ochenta pacientes del pasado 29 de marzo, no ha parado de crecer el número de enfermos con cuadros muy graves, con un impacto especialmente angustioso en Gipuzkoa.

La consejera reiteró que el plan de gestión de las UCI se encuentra en un escenario 3 sobre un total de 5, y que aún hay "margen" para incrementar las camas disponibles para enfermos críticos, aunque confía en que no se alcance el techo de la pasada primavera, con 236 pacientes graves. En todo caso, resaltó que la decisión de cancelar intervenciones quirúrgicas no urgentes responde a una medida "preventiva".

Paralelamente, las Urgencias también viven días muy duros ya que el número de ingresos por sospecha de covid-19, en relación a los atendidos, ha ido incrementándose paulatinamente, y ahora uno de cada tres pacientes, llegan con el virus.

Con recursos propios

En su comparecencia de ayer martes, la consejera también se mostró proclive a continuar asumiendo con recursos propios el plan de vacunación. De hecho, descartó, al menos por el momento, que Osakidetza vaya a recurrir a las mutuas para inocular más antídotos a la población vasca. En este sentido, explicó que con las dosis anunciadas que van a llegar a Euskadi, el Servicio Vasco de Salud tiene capacidad para administrarlas en solitario. Recordó, no obstante, que en anteriores fases de la campaña de vacunación, Osakidetza ya recabó la colaboración de las mutuas para vacunar a algunos colectivos de forma "más rápida", como ocurrió con los docentes. Por lo que si se considera conveniente, volverá a solicitar la colaboración de estas entidades.

Sagardui se refirió al importante incremento producido en las últimas jornadas en el número de sueros que recibe la CAV. No obstante, aludió a un "problema de logística" que ha motivado que de las 4.800 vacunas de AstraZeneca que estaba previsto recibir el lunes, Osakidetza solo recibiera 600.

Para paliar este problema y compensar el desajuste, el Servicio Vasco de Salud recurrió a una reserva de vacunas, lo que hizo que no tuviera que anular ninguna de las citas que había programado para administrar el preparado de la Universidad de Oxford. La consejera confía en que en próximos días se completará la entrega de esta remesa a Euskadi.

Admitió también que Osakidetza había citado "por error" a 25 personas, sobre un total de 750 a las que dirigió el aviso, para que acudieran a vacunarse, cuando en realidad no pertenecían al colectivo de personas de entre 60 y 65 años al que estaban destinadas las vacunas. Sagardui pidió "disculpas" por el fallo y explicó que las personas afectadas volverán a ser citadas para que reciban el fármaco cuando les corresponda y se vacune su franja de edad.

Todo ello en una jornada en la que se sigue sin ver la luz al final del túnel, ya que todavía no se puede hablar de un cambio de tendencia a pesar de que la tasa de positividad cayó al 6,2 %, el porcentaje más bajo desde el 29 de marzo.