Pasadas 24 horas desde que los bomberos dieron por apagado el fuego que se originó el sábado en Bera y se extendió por Lesaka, Irun, Biriatu y Azkaine, el sol ha vuelto a hacer acto de presencia tras la lluvia que ayudó de manera decisiva a extinguir unos focos que se encontraban en zonas impracticables. Los montes vuelven a estar accesibles y se puede contemplar in situ el desastre medioambiental, como en las imágenes, en las que se observan las mugas 8, 9 y 10 de Bera, a escasa distancia del paraje de Montoia en el que se originó el incendio.

El incendio, que se investiga si fue intencionado o si un accidente tras una quema imprudente de rastrojos, ha quemado en suelo guipuzcoano cerca de 400 hectáreas, pertenecientes al parque natural de Aiako Harria, y supera la catástrofe del monte Igeldo hace seis años, cuando ardieron 200 hectáreas.