A pandemia generada por el coronavirus ha supuesto unos cambios de costumbres y comportamiento, al tiempo que ha obligado a todos los sectores sociales a adecuarse a esta realidad para, entre otras cuestiones, hacer frente a las exigencias generadas por este virus y tratar de minimizar su impacto. Nuestro vertiginoso ritmo de vida se ha ralentizado porque la propagación de la covid 19 nos ha obligado a frenar, nos ha confinado en nuestras casas y nos ha limitado, entre otras cuestiones, nuestra capacidad deambulatoria y nuestra capacidad para relacionarnos con los demás. En este contexto, la Ertzaintza ha tenido que modificar sus protocolos de actuación para adecuarse a las exigencias demandadas por esta situación de alarma sanitaria mundial, cobrando mayor importancia, si cabe, la labor asistencial desarrollada por las y los ertzainas en su quehacer diario.

En un primer momento, la labor de la Ertzaintza tuvo un carácter informativo y pedagógico, labor que se vio favorecida porque la sociedad vasca en su conjunto aceptó de buen grado el confinamiento decretado durante el mes de marzo. Esos primeros meses fueron meses de incertidumbre, el trabajo policial de calle requiere interactuar con las y los ciudadanos, y por lo tanto con la posibilidad de contagio del virus. Sin embargo, esta evidencia no influyó en el desarrollo de la labor asistencial desarrollada por las y los ertzainas, quienes, evidentemente, vieron reforzadas las medidas de seguridad aplicadas a los protocolos policiales, pero que diariamente se enfrentaban a la posibilidad de contagio. En la actualidad, la Ertzaintza sigue implicada en la lucha contra la propagación del coronavirus, colaborando con Sanidad a la hora de controlar los confinamientos decretados por dicho departamento y velando por el cumplimiento de los diferentes decretos emitidos por el lehendakari, lo que supone una labor importante a la hora de detectar y sancionar actos incívicos que ponen el peligro la salud de quienes los provocan y de quienes tienen que atenderlos.

Por todo ello, no me queda nada más que agradecer la labor desarrollada por las y los agentes de las diferentes comisarías de la Ertzaintza, sin olvidarme de las y los policías locales, quienes, todos ellos, con su profesionalidad y su trabajo silencioso están colaborando activamente en la lucha contra la propagación de la covid 19.

Subcomisario de la Ertzaintza