El departamento de Salud alertó el jueves sobre las aglomeraciones festivas como las vividas estos días en Sopela, Gasteiz o Irun, y advirtió de que si se repiten, se incrementarán las medidas restrictivas, ya que estos comportamientos elevan sensiblemente el peligro de contagio. “Las aglomeraciones en las calles tienen más riesgo que las reuniones familiares”, advirtió la consejera de Salud del Gobierno vasco, Nekane Murga. Sobre el endurecimiento de la prevención, la titular de Salud aseguró que existen “diferentes posibilidades de actuación”, como puede ser colocar barreras mecánicas, más campañas informativas o posibles intervenciones en transporte público o sobre horarios. “Es algo que debemos ir valorando y trabajando en cada situación”, remarcó. Por ello, invitó a la ciudadanía a actuar con prudencia para mantener esta “situación razonablemente satisfactoria”. Y es que Murga declaró ser “optimista porque los focos están actualmente controlados”.

Sin embargo, la consejera no ocultó su preocupación por las imágenes de masivas concentraciones de personas sin mascarilla y sin guardar las distancias de seguridad que se han visto recientemente en algunas localidades vascas con motivo de fiestas como las de San Pedro, San Marcial o celebraciones como la victoria del Baskonia en la liga ACB. A pesar de que Murga aseguró que son acciones “puntuales que los ciudadanos rechazan”, reconoció que estudian medidas para atajarlas. Por ello, pidió a la ciudadanía vasca que “tenga claro que debe evitar la proximidad con personas a las que no conoce y en ambientes de celebración masiva”. Así, explicó que cuando los contagios se producen dentro del entorno social o familiar próximo, “una persona es capaz de decir inmediatamente cuando da positivo por covid con qué personas ha tenido contacto estrecho”.

Eso, sin embargo, no ocurre en una situación de celebración callejera, “porque la trazabilidad y la identificación de las personas que concurren sería complicada”, aseveró. “Estas reuniones masivas propician más contacto y proximidad y más situaciones de riesgo. Nos preocupa más una aglomeración en una calle o en una playa, que una aglomeración en un local de personas que mantienen un vínculo familiar y que, en este momento son el origen de la mayoría de focos de contagio”, describió.

566 personas en seguimiento En este sentido, la consejera aclaró que el Departamento de Salud vigila a 566 personas que han sido contactos estrechos de casos positivos. En la mayoría de ocasiones, este seguimiento es llevado a cabo, fundamentalmente, por más de un centenar de profesionales de Atención Primaria y Enfermería. “Esa labor de 10 que están realizando estos profesionales no servirá de nada si nos relajamos. La colaboración ciudadana es imprescindible para mantener el virus a raya”, enfatizó Murga.

De esta forma, invitó a la sociedad a que disfrute del verano en la playa o en el campo pero que lo haga con sensatez, con mascarilla, con distancia y lavado de manos. “Evitemos los sitios donde ya vemos que es previsible que se produzcan aglomeraciones y ayudemos a la hostelería a cumplir las medidas de seguridad”. “Esas son nuestras herramientas. No bajemos la guardia porque el covid no lo va a hacer”, sentenció.

Por eso Osakidetza mantiene todos los radares activos para rastrear el virus con más de 3.000 pruebas PCR diarias. “Además hacemos cribados a los colectivos de mayor riesgo como sanitarios, sociosanitarios, a las personas que acuden a los centros y contamos con planes específicos de detección precoz entre sectores como arrantzales o temporeros”.

Focos estables y controlados En cuanto a los focos, la consejera resaltó que, en este momento, los de Basurto y Txagorritxu están “totalmente estabilizados y controlados”, y el de Orio está “controlado porque hay ausencia de positivos en los últimos días en esta localidad”. Además los casos que se detectan en otras zonas de Gipuzkoa no guardan relación con este foco, aunque se producen por actuaciones sociales y familiares que inician una nueva cadena de transmisión.

Con respecto al stock de Remdesivir, el fármaco cuyas existencias han sido compradas casi al completo por Estados Unidos, Murga lanzó un mensaje de tranquilidad y aseguró que su suministro “está garantizado”. Explicó que en Euskadi este medicamento solo está indicado en ensayos clínicos o para su “uso compasivo”, es decir cuando “no hay alternativa terapéutica y se puede obtener un beneficio similar”. En cualquier caso, señaló que es un tratamiento con un beneficio “limitado ya que tiene eficacia exclusivamente en pacientes muy concretos, los muy graves, -entre un 2% y un 4%- y solo hace más lenta la evolución de la enfermedad”.