Siempre crítico con el papel de los gobiernos y sus apoyos a la industria armamentística, Javier Fernández, miembro de Kakitzat lo tiene superclaro: "No han sido los ejércitos quienes nos han defendido del virus".

Muy buenas, tocayo. Parece que ya vemos la luz al final del túnel€

—De momento empezamos con la famosa desescalada. Estos días yo creo que nos han servido para valorar muchas cosas que antes, por tener todos los días, quizás no valorábamos lo suficiente, y no estoy hablando de cosas materiales: amigos, familia, naturaleza, relaciones sociales,... Quizás esto nos convierta en más empáticos con la gente que de repente de un día para otro pierde todas estas cosas por culpa, por ejemplo, de una guerra.

Hay que ver la que se han traído algunos con querer sacar a los militares a la calle€ Lo que les gusta el caqui a algunos. Hasta le han puesto nombre: 'operación Balmis'. Esto parece Hollywood€ ¿Cómo ha vivido todo esto? ¿Se imaginaba ver a militares por las calles?

—Yo creo que nadie imaginaba que una situación como esta nos pudiera pasar a nosotros, la Europa moderna y avanzada. Esto es algo que pasa en otros países o en las películas catastrofistas. Como bien dices, esto parece una producción de Hollywood y han copiado hasta el proceder de los norteamericanos: sacar los militares a la calle por cualquier cosa.

Sí, sí, pero€

—Pero a la hora de la verdad se ha visto quiénes han sido realmente los que nos han ayudado a poder sobrevivir a esta situación, tu vecino cajero, tu primo enfermero, tu amiga la médico, el repartidor de la calle de al lado... Es decir, la gente normal y corriente. El papel de los militares ha sido anecdótico y sobre todo totalmente prescindible. Para ir a desinfectar una estación de tren no hace falta ir pertrechados con metralletas o tanquetas como los hemos visto por muchas ciudades.

Mucha gente dice que ha primado la labor propagandística, de escaparate€ Al menos en las actuaciones militares desplegadas en territorio vasco...

—Y a la vez sobredimensionado en los medios de comunicación. Nos han sacado muchísimas imágenes de militares haciendo trabajos civiles. Es curioso que para lavar la cara de los militares siempre se utilicen acciones civiles o humanitarias. No nos los enseñan en acciones de guerra, que se supone que es su principal cometido. Ha sido una clara lavada de cara de una institución que en muchos sitios, y yo creo que en Euskal Herria especialmente, no cuenta con muchas simpatías.

Otras voces dicen que han contribuido a extender el estado de miedo. "Si han sacado a los militares, es porque esto es grave€".

—No creo que el papel de los ejércitos en esta crisis haya sido el de infundir miedo porque se han preocupado mucho de darle un tono menos belicoso, incluso muchas veces falseando la realidad. Hemos visto militares, perfectamente pertrechados con EPI mientras el personal sanitario se cubría con bolsas de basura, desinfectando suelos, pero pisando por encima de lo que ya habían desinfectado... Es decir, puro postureo que se dice ahora.

Y la lectura de otros ha sido: si ha habido que poner militares para realizar labores sanitarias, eso quiere decir que algo no funciona. ¿Habría que revisar los presupuestos de cada área?

—Efectivamente, han estado haciendo trabajos que no les correspondían. Es una manera de justificar la ingente cantidad de nuestro dinero que se destina a gasto militar y a industria armamentística. Durante todos estos años, los servicios que estos días se han demostrado como esenciales: sanidad, educación, servicios sociales, Seguridad Social, etc. han sufrido grandísimos recortes y como consecuencia de ellos el índice de mortalidad de este virus ha aumentado muchísimo: esos recortes se han traducido en muertes.

¿Y eso de poner a uniformados a dar ruedas de prensa? Daba un poco de miedito€

—Tengo entendido que es el único país donde han aparecido tal cantidad de uniformados engalanados en las ruedas de prensa. Esto nos ha sorprendido a todos, y de hecho al final han cambiado un poco la estrategia porque esta imagen ha despertado muchas críticas por distintos sectores de la sociedad. Ha sido una crisis de índole sanitaria y han utilizado un lenguaje y una parafernalia muy militar, demasiado exagerada, que no se correspondía con la situación que estamos viviendo. Por mucho que nos lo hayan repetido no estamos en una guerra.

El movimiento antimilitarista ¿entendería una renovación del Ejército para que adecuara sus funciones a los retos que plantea la globalización?

—Desde los movimientos antimilitaristas hemos abogado siempre por otro tipo de sociedad basada en los Derechos Humanos y valores como la solidaridad y el apoyo mutuo. En esta crisis hemos visto imágenes muy tristes pero también han salido a la luz grandes momentos de compañerismo entre las diferentes personas, hemos visto que solamente cuando nos juntamos y apoyamos podemos conseguir grandes cosas. En este tipo de sociedad no caben los ejércitos, de ningún tipo. Estos días deberían habernos servido para empatizar con toda esa gente que, de repente, se ve inmersa en una guerra que no han buscado y que por culpa de intereses internacionales pierden todo lo que tenían y se ven abocados a la muerte, miseria o a huir de su propia tierra.

"Quizás esto nos convierta en más empáticos con esa gente que, de repente, pierde todo por culpa de una guerra, por ejemplo"

"Ha sido una crisis de índole sanitario y han utilizado un lenguaje y una parafernalia muy militar, demasiado exagerada"