La celebración en Bilbao del Día Mundial de la Bicicleta estuvo presidido ayer por los datos que avalan que las dos ruedas se han convertido en un medio alternativo de transporte en la villa, con un mayor incremento en la desescalada. De hecho, según los datos registrados por los contadores del servicio, durante la semana comprendida entre el 25 y el 31 de mayo se registraron 66.426 pasos de bicicletas, el mayor número del presente año. El concejal de Movilidad, Alfonso Gil, orgulloso de las medidas adoptadas por el Ayuntamiento para favorecer su uso, adelantó que "en julio probablemente será cuando Bilbao pueda presumir de ser la primera ciudad del mundo de estas características donde se circule a treinta kilómetros por hora por todas sus vías".

La bicicleta ha experimentado un notable crecimiento, ayudada también por las especiales circunstancias generadas por la pandemia del covid-19. Los contadores instalados en los bidegorris bilbainos registraron la pasada semana un 42% más de pasos que en la semana de mayor circulación antes del inicio del estado de alarma, la del 10 de febrero.

Según Gil, "en una situación como esta, en la que es necesario mantener el distanciamiento físico entre los viajeros de cualquier medio de transporte para reducir los riesgos de contagio, la bicicleta se presenta como un vehículo idóneo y recomendable para una movilidad segura en la ciudad".

El edil de Movilidad destacó que el gradual levantamiento de las medidas de restricción de la movilidad, que se habían establecido para frenar los contagios del covid-19, trae consigo un incremento progresivo del uso de la bicicleta en Bilbao. "La gente siente que es un medio más seguro", según percibe el concejal, que es usuario habitual de este medio de transporte.

En función de los datos aportados por el Ayuntamiento, en la semana del 25 de mayo se registraron 66.426 pasos de bicicletas por los diez contadores instalados en los bidegorris en la ciudad, "el mayor de todo el año, muy por encima del mayor registrado antes del inicio del estado de alarma, que fue de 46.755 en la semana del 10 de febrero".

En este último periodo se ha constatado un uso mayor de bicis privadas, al no estar operativo al 100% el servicio municipal de préstamo de bicicletas. Asimismo, el Ayuntamiento apuntó que las actuaciones desarrolladas por el Área de Movilidad y Sostenibilidad, así como las que tiene previstas para los próximos meses, deben contribuir a consolidar esta tendencia. En este sentido, recuerda que el servicio municipal de préstamo de bicicletas, BilbaoBizi, ha supuesto un impulso a la utilización de este modo de transporte, de modo que la introducción de las bicicletas eléctricas multiplicó sus usos de 373.869 en 2018 a 1.704.363 durante el pasado año.

Según explicó Gil, la red ciclable de Bilbao, que cuenta con 57,3 kilómetros, alcanzará antes de finalizar el año los 59,6 kilómetros. Pero una de las apuestas más importantes que realizará el Consistorio es la reducción de la velocidad en toda la villa, de manera que aquellas personas que utilicen la bicicleta como transporte se sientan seguras. En este sentido Gil confía en que en el próximo julio toda la ciudad tenga ya la velocidad limitada a treinta kilómetros por hora, como ocurre ahora en 87% de los 377 kilómetros de vías de circulación que tiene la villa. Cuando entre en vigor, la nueva limitación afectará a los 49 kilómetros en los que se mantiene la velocidad de 50 kilómetros por hora. Según Gil, el motivo para esperar hasta julio para llevar a cabo esta acción "es porque es una fecha en la que hay menos tráfico, porque mucha gente está de vacaciones y así es más fácil adaptar la villa, tal y como ya se hizo en una primera fase". Bilbao será la primera ciudad del mundo de más de 300.000 habitantes que realiza una apuesta tan decidida por este medio de transporte.

Esta medida, según subrayó el concejal de Movilidad dará "más seguridad" al usuario de la bicicleta y, sobre todo, "animará a quienes no lo hacen por este motivo". Para Gil, "Bilbao apuesta cada vez más por la bicicleta, que constituye una alternativa de movilidad limpia y un modo de transporte más económico y accesible, que resulta más práctico para distancias cortas, de hasta ocho kilómetros, además de favorecer hábitos saludables y aportar a la ciudad un entorno con menos ruido, lo que contribuye al bienestar colectivo".

Bilbao no solo es reconocida por su transformación urbanística, cada vez más gobiernos se fijan en las medidas que adopta para primar el movimiento sostenible. Una de las iniciativas es rebajar el límite de velocidad en la villa y conseguir que la bici conviva sin estridencias con los vehículos a motor. La semana del 25 de mayo hubo 14.000 pasos en Olabeaga, 12.000 por Botica Vieja y 11.000 por el Ayuntamiento. Bilbao se ha subido a la bici.