Para una deportista como Ainhoa Tirapu tener que quedarse en casa no ha resultado tarea fácil. Eso sí, la guardameta del Athletic femenino ha trabajado en casa para mantenerse y no perder su forma física. La cuarentena le ha ayudado para reflexionar y pensar en el futuro que llegará una vez que toda esta pesadilla generada por el covid-19 devuelva a la sociedad las rutinas que arrebató sin pedir permiso.

Pensar en el futuro cuando esto acabe.

—Siempre es bueno pensar en el futuro y marcarse retos.

Ha anunciado que se va en pleno confinamiento.

—Si la competición no se reanuda me iré sin pisar el césped de nuevo, pero es lo que nos toca en esta crisis del coronavirus. Esta es la decisión. Esto desgasta mucho y ya no me quedaban fuerzas. Es mejor retirarse ahora, terminar bien, que hacerlo de mala forma. Ya surgirán nuevos retos

¿Cómo se encuentra?

—Bien.

¿Ha superado la cuarentena dignamente?

—Bueno, no te voy a negar que he tenido algún que otro bajón... pero lo estoy aprovechando bastante porque no soy una persona que esté mucho tiempo en casa.

¿Cómo ha aprovechado el tiempo?

Lo he aprovechado para hacer cosas que tenía pendientes y que por falta de tiempo las tenía aparcadas.

¿Para arreglar armarios?

—No, eso no, que soy muy cuadriculada. He aprovechado la cuarentena para hacer chapuzas en casa. Hicimos obra, pero quedaba pintar, rematar vigas...

Además de deportista, pintora...

—Bueno, de brocha gorda, gorda. En casa sí hago cosas de bricolaje.

Las mañanas las ha dedicado para hacer deporte, ¿no?

—Sí, me he marcado rutinas para que el día no se te haga tan largo. A las doce me conecto todos los días con el equipo para la sesión matinal. Y por la tarde hago bici o ejercicios preventivos para lesiones.

¿Aprovecha para leer?

—Sí, leo y saco tiempo para ver algunas serias que también me gustan. Cuando tienes el día ocupado las horas no se hacen tan largas. A veces se me hace el día hasta corto.

Parece que ya se ve la luz al final del túnel.

—Bueno, a ver si poco a poco vamos superando todo esto. Recuerdo que las dos primeras semanas del confinamiento en las que solo salía una vez por semana para hacer las compras me impactó mucho ver la ciudad tan vacía. Me generó angustia,

Normal.

—El otro día en el súper no coincidí con un amigo por diez minutos... ¡Me dio mucha rabia! Se echa de menos no ver a la gente...

Los abrazos...

—También. Vamos por la calle y hay que ir sorteando a la gente. No soy miedosa, pero voy más preocupada de no molestar a nadie que el resto me toque a mí.

A ver cuando acaba esto.

—Acabará cuando se encuentre la vacuna. Esa va a ser la clave. Como científica que soy confió en ellos. Si dotan a este colectivo de dinero estoy segura que pronto tendremos una fórmula contra el covid-19.

"Me he marcado rutinas para que el día no se me haga tan largo. Todos los días conecto con el equipo"

"Las dos primeras semanas del confinamiento me impactó ver las calles totalmente vacías"