Los jóvenes vascos asumen la responsabilidad de quedarse en casa para frenar el coronavirus y se implican en la ayuda a los sectores más vulnerables durante el confinamiento, según una encuesta realizada por el Observatorio Vasco de la Juventud.

Este sondeo refleja que ocho de cada diez jóvenes vascos comprueban los mensajes que reciben para detectar bulos sobre el coronavirus y han incrementado el seguimiento de las noticias a través de los medios de comunicación

Ese mismo porcentaje de población de entre 15 y 34 años residentes en Euskadi se sienten comprometidos con el actual confinamiento y se eleva hasta el 85,7 por ciento, entre aquellas personas que tienen entre 30 y 34 años de edad.

Nueve de cada diez encuestados dicen haber recibido noticias falsas relacionadas con el coronavirus y el 81,7 % ha comprobado activamente la veracidad del mensaje recibido.

Esta encuesta "online" fue realizada entre el 20 y el 29 de marzo entre 3.482 varones y mujeres de 15 a 34 años, y la mayoría de las participantes fueron mujeres (70 %).

Según ha indicado el Observatorio en un comunicado, la encuesta refleja que la juventud siente la necesidad de ayudar a los demás y se muestra preocupada por personas con enfermedad mental o mujeres víctimas de malos tratos.

"Comprobamos, una vez más, que tenemos una juventud de la que sentirnos orgullosos, esta vez, por su compromiso social. Las personas jóvenes han asumido que la crisis sanitaria necesita del esfuerzo de todos para poder superarla. Es el mejor ejemplo a seguir", ha señalado el viceconsejero de Empleo y Juventud del Gobierno vasco, Marcos Muro.

Únicamente el 6,2 por ciento de los encuestados decía sentirse poco o nada comprometido con la necesidad de aislamiento para frenar el coronavirus, mientras que ocho de cada diez jóvenes se sentían comprometidos con el confinamiento.

Aunque los sentimientos positivos son más compartidos que los negativos, también es relevante la importancia que se les concede a los mismos dependiendo del género.

De este modo, emociones como serenidad, calma, seguridad y confianza están más extendidas entre los hombres, mientras el miedo y la preocupación, la ansiedad y el estrés, el agobio y la depresión, o la soledad y la tristeza, son más mencionados por las mujeres. Sin embargo, apenas el 18,9 % de la población joven afirma sentir soledad y tristeza.

Apenas iniciado el confinamiento, casi cuatro de cada diez jóvenes ya se había apuntado, o tenía previsión de hacerlo, a una red de ayuda o había ofrecido su ayuda a vecinos o personas en situación de vulnerabilidad.

El seguimiento de las medidas y recomendaciones es mayoritario entre los jóvenes en sus casas: El 53,3 % sigue todas las recomendaciones referidas al confinamiento y la limpieza.

Durante la elaboración de la encuesta, seis de cada diez jóvenes ya había establecido una rutina diaria: el 46,3 % por iniciativa propia y un 14,9 % ayudados por el centro de estudios.

También habían empezado a implicarse más a menudo en las tareas de casa (el 55,8 % reconocía limpiar más que antes).

Al permanecer confinados en casa, los jóvenes reproducen ciertos estereotipos de género en lo que se refiere al incremento de tiempo que dedican a las actividades dentro del hogar.

Así, mientras entre los hombres la actividad que más se ha incrementado durante el confinamiento es la de dormir, seguido de limpiar y ordenar, en las mujeres limpiar, ordenar y dormir son, por ese orden, las tres actividades a las que más tiempo han aumentado su dedicación.

Entre los que estaban trabajando en la primera quincena del confinamiento, más de la mitad lo hacía mediante teletrabajo (59,8 %) y el 10,3 % combinaba todavía el teletrabajo con la fórmula presencial.

Los que afirmaban haberse quedado en paro a raíz de la situación generada por el coronavirus (20,7 % de parados y paradas que ha respondido a la encuesta), la incertidumbre respecto a la recuperación de su empleo una vez finalizada esta situación es la tónica mayoritaria, con un el 60 % que no sabe si recuperará su empleo.