La realidad supera a la ficción. La actriz Marta Urcelay espera que todo lo malo que está dejando esta pandemia sirva para valorar más lo que tenemos y para aprender a bajar el ritmo. “Yo no paro ni en vacaciones”, apunta. A pesar de esta situación de incertidumbre en la que por de pronto ya le han cancelado varios proyectos previstos en marzo y aplazado otros tantos, intenta estar entretenida.

Zorionakkkk!!!

—Eskerrik askooooo!

Vaya cumpleaños, ¿eh? ¡No se le olvidará!

—Para nada.

Lo que hacen algunas para no pagar un trago.

—Ya te digo. Fíjate que he pensado que igual me salto este año y así como que tengo uno menos. Ja, ja.

No me parece mala idea.

—Tenía previsto celebrarlo este fin de semana, pero ya ves... en casita.

¿Ha pensado celebrarlo de alguna manera?

—Luego tengo una clase on line con mis alumnos de teatro en inglés y me han dicho que vamos hacer fiesta con gominolas virtuales.

¿Lleva a rajatabla el tema del confinamiento?

—La verdad es que salgo poquísimo porque me he emparanoiado con todo esto. Tengo barras de pan congeladas, porque yo sin pan no sé comer ni la ensalada y las voy sacando. No salgo, intento estar en casa. Si hay que comer varios días arroz, pues como arroz, no pasa nada.

Parece que los datos de contagios en Euskadi son mejores.

—Sí, pero depende de todos y de todas que esto se vaya reduciendo.

Ahora es tan complicado desconectar con todo esto del coronavirus.

—Prácticamente imposible. De hecho hoy (por ayer) no he puesto la radio ni la tele, pero te llegan ni sé cuántos mensajes por las diferentes vías.

Muchas son bulos.

—Bueno esa es otra. Es algo que no entiendo.

La gente se aburre mucho.

—Con todo lo que se puede hacer.

¿Por ejemplo?

—Me he hecho un jersey a ganchillo, muy bonito y de colores.

¡Qué apañada!

—Me quedan las mangas por terminar, pero tengo tiempo. Y luego sigo ensayando porque tenía un estreno de una obra en Arimaktore, en Barakaldo y, después, la semana siguiente me iba a Pabellón 6.

Esperemos que en mayo esto empiece a normalizarse.

—Sí, pero la programación de Pabellón 6 se ha movido de fechas. No sé de qué vamos a vivir este mes.

La incertidumbre es lo peor.

—Sí, pero espero que en julio, como este año la gente no se va a poder ir de vacaciones tanto como otros años, podamos disfrutar de teatro y que la gente apoye al sector.

Así me gusta, que sea positiva.

—Es que no queda otra. La verdad es que si no fuera porque el tema es serio y la gente se está muriendo... La verdad es que parar un poco es muy bueno para todos.

No se siente mal.

—No, porque además todo el mundo está igual. ¿Y sabes cómo lo está agradeciendo el planeta? Estábamos acabando con él sin darnos cuenta.

“Salgo poquísimo porque me he emparanoiado con esto; saco barras de pan que tengo congeladas”

“Me he hecho un jersey a ganchillo de colores; me quedan las mangas para terminarlo”