Los primeros días del confinamiento no lo llevó nadie bien. Al bailarín Mikel del Valle le preocupaba perder la forma y la musculatura. Pero ante esta la situación, Del Valle no tuvo más remedio que adaptarse y marcar a diario unas rutinas que le sirviesen para no perder la elasticidad que tanto le ha costado lograr. "En mayo tenía un estreno y estaba muy en forma, pero con esto se ha caído todo", relata. Reconoce que el futuro le preocupa, pero de momento solo queda ser fuertes.

¿Se le ha pasado el cabreo?

—¡Qué remedio! Lo pasé mal, pero empecé a buscar alternativas para hacer. Lo asumí y cuando he entendido que esto se alargará unos meses, solo me queda seguir. Llevaba ni sé cuánto tiempo sin parar.

Debemos relativizar, ¿verdad?

—Sí, porque hay mucha gente enferma y nosotros estamos bien. Eso no tiene precio. Lo otro, poco a poco ya se irá haciendo.

¿Pero se pasa todo el día haciendo ejercicios?

—Hago ejercicio físico hasta cocinando una tortilla de patata. Me encanta cocinar.

¡Vaya equilibrio!

—Ja, ja. Es que soy una persona muy activa que no esta acostumbrada a parar. Tengo marcada una rutina y me conecto a clases on line.

¿Cuántas horas le dedica?

—De tres a cuatro horas diarias.

Casi nada.

—El Conservatorio de Danza de Madrid realiza algunas clases on line para no perder la forma.

¿Y qué tipo de ejercicios hace?

—Hago yoga y gyrokinesis.

¿Gyrokinesis?

—Sííí. Es un técnica que lleva desde los años 80 que no se conoce y que consiste en hacer ejercicios sentados en una banqueta. Incluye muchas posturas que son muy beneficiosas y que las aplican a deportistas de élite. Hay tutoriales. ¿Te los mando?

Pues me vendría muy bien. Estoy agarrotada.

—A mi cuenta. Te va a gustar mucho y te va a ir muy bien. Se aplican ejercicios de pilates.

¿Con tantas horas de deporte, tiene tiempo para algo más?

—Claro. Cocino, escucho música y hago maquetas.

¿De qué?

—En mi trabajo fin de carrera estoy haciendo un proyecto nuevo en el que se mezclan la danza y la arquitectura.

Curioso.

—Estoy haciendo un estudio sobre la arquitectura industrial y a raíz de eso he elegido Azkuna Zentroa. Hago maquetas que me inspiran los movimientos con los que crear una pieza de coreografía.

Me deja muerta.

—No me aburro. Cuando llega el momento de aplaudir ni me lo creo lo rápido que ha pasado el día.

¿Sale a aplaudir todos los días?

—Por supuesto.

¿Y cantar?

—Cuando lleve dos semanas encerrado igual canto. Ja, ja.

¿Aprenderemos de esto?

—Seguro. Solo espero que esto pase pronto y comamos un pintxo en el bar al lado del Arriaga donde quedamos la última vez.

Eso está hecho.

"Soy una persona muy activa que no estoy acostumbrado a parar; tengo marcada una rutina"

"No me aburro en casa; cuando llega el momento de aplaudir desde la ventana ni me lo creo"