La detección en Euskadi en las últimas horas de 675 nuevos casos de covid-19 -hasta sumar 3.946- y un incremento de 25 fallecidos en la cifra de víctimas mortales de esta enfermedad -que totalizan 180-, supone una intensificación de la pandemia que ya estaba prevista y que podría ser el preludio de una tendencia descendente en los contagios como consecuencia de la aplicación de las medidas de confinamiento.

Según explicó ayer la consejera de Salud, Nekane Murga, el elevado número de positivos confirmados tiene una relación directa con el incremento de pruebas realizadas, que en las últimas 24 horas se han duplicado respecto al número de test hechos en los días precedentes. Murga apuntó que la proliferación de pruebas permitirá "conocer mejor el alcance de la enfermedad y establecer las medidas más adecuadas en cada momento". Hasta la fecha, en Euskadi se han realizado 10.735 pruebas de detección, de las que 1.511 se hicieron el miércoles.

La consejera también destacó que el elevado número de nuevos positivos corresponde a personas que se contagiaron del coronavirus antes de que fuera decretado el estado de alarma, y que en los próximos días podrían seguir aflorando casos similares. Estaríamos así, más cerca de alcanzar el pico más alto de la pandemia, a partir del cual empezarán a reducirse los casos y los fallecimientos. Tras este repunte de contagios y víctimas la esperanza se cifra en que ya estemos viviendo lo peor de la epidemia y que las medidas de aislamiento social empiecen a dar resultados.

Murga opinó que las medidas de aislamiento son "eficaces", pero que su "beneficio" aún no se ha traducido en un descenso de nuevos casos, dado que el periodo de incubación de la enfermedad oscila entre cinco y doce días. Es por tanto difícil prever cuántos casos positivos habrá en los próximos días y cuándo comenzará a bajar el ritmo de contagios.

Las pruebas

Reconoció que en el caso de pacientes sospechosos de coronavirus con síntomas leves, buena salud general o jóvenes las pruebas de detección se están "dejando para más adelante", para poder centrarse en pacientes más graves o en colectivos prioritarios, aunque recordó que ahora "se está haciendo el triple de pruebas" y que "se llegará a toda la población que lo necesite". Precisó que en Euskadi se están haciendo las pruebas PCR, que miden la carga viral y son fiables "al 99,9%" si el paciente lleva dos días con síntomas.

La consejera de Salud aseguró que "no tiene sentido" efectuar la prueba "de manera indiscriminada" a personas que no tienen síntomas, aunque vivan en las zonas de mayor incidencia del covid-19, como Gasteiz, Bilbao o Basauri, donde lo que se ha hecho es reforzar el sistema de atención sanitaria. "Nuestra capacidad de pruebas y materiales, con una capacidad propia, nos va a permitir mantener el nivel de pruebas que realizamos e ir alcanzando a toda la ciudadanía vasca que lo precise", aseguró Murga.

En todo caso, los últimos datos indican que ayer fue la jornada con más fallecidos desde el inicio de la pandemia: 25 muertes, que totalizan 180 fallecidos; 94 en Araba, 65 en Bizkaia y 21 en Gipuzkoa. El lado positivo está de nuevo en el aumento de pacientes recuperados: 621 -155 más que el miércoles- entre los 89 curados por completo, es decir que dan negativo en la prueba, y los 532 que han recibido el alta médica.

Preguntada por la fiabilidad de los test rápidos que proporcionará el Ministerio de Sanidad, la consejera explicó que estos no miden la carga viral, sino los anticuerpos que genera una persona en contacto con el virus y que la cantidad de anticuerpos es "variable" porque una persona con el sistema inmunitario débil genera menos. Por tanto, "la prueba clave de utilidad" es la PCR, la usada por Osakidetza.

La consejera destacó que es "prioridad" de su departamento el suministro de material adecuado para que los profesionales sanitarios y sociosanitarios estén protegidos y detalló que el miércoles hizo entrega de 223.640 mascarillas y la misma cantidad de guantes a ayuntamientos y mancomunidades para que lo repartan entre el personal que realiza el servicio domiciliario a personas dependientes. También se han enviado batas, mascarillas y gafas a residencias de Euskadi.