Tenerlo todo en contra y, aún así, encontrar oportunidades de empleo y salir adelante. Emaktiva, el programa integral de inclusión sociolaboral dirigido a mujeres en situación de vulnerabilidad, hace que eso sea posible. El año pasado este proyecto realizó acciones formativas, de acompañamiento y de mejora de la empleabilidad con 108 mujeres con unas circunstancias vitales que dificultaban su acceso al mercado laboral.

Begoña Gavilán, coordinadora del programa Emaktiva, explicó en la presentación del balance anual de la iniciativa que la mitad de las mujeres acompañadas en 2019 tiene más de 45 años y el 70% es desempleada de larga duración, seis de cada diez mujeres atendidas en Emaktiva son locales o estatales, el 37% ha sufrido alguna situación de violencia doméstica y cuatro de cada diez son familias monoparentales. Gavilán añadió que cincuenta de las 108 mujeres acompañadas el año pasado accedieron al mercado laboral a través del medio centenar de empresas colaboradoras del proyecto. Un tercio de estas mujeres contaron con contratos de duración superior a los seis meses y más de la mitad a jornada completa.

La coordinadora del programa también destacó que la práctica totalidad de las mujeres participantes obtiene certificados de profesionalidad y adquiere competencias suficientes para el acceso a diversos puestos de trabajo. Gavilán apuntó que una de sus apuestas es incorporar a las mujeres en empleos y sectores masculinizados y que para ello hay que lograr el compromiso de las empresas para que ofrezcan más oportunidades laborales.

público-privado A juicio de Beatriz Artolazabal, consejera de Empleo y Políticas Sociales, lograr una inserción laboral del 46% es un buen resultado que demuestra las bondades de la colaboración público-privada, ya que el programa Emaktiva de la Fundación EDE está cofinanciado por Lanbide, el departamento de Empleo, Inclusión Social e Igualdad de la Diputación de Bizkaia y el Programa Operativo del Fondo Social Europeo 2014?2020 del País Vasco. Un modelo, dijo la consejera, por el que se va "a seguir apostando" y cuyos resultados no solo son buenos en términos cuantitativos, sino también desde el punto de vista cualitativo, porque "el proyecto, además de dar formación, realiza un acompañamiento integral, pone a las personas en el centro, prioriza la atención a las mujeres y las guía en el proceso de inserción". Artolazabal animó a las empresas vascas a colaborar con este proyecto y "a apostar por la incorporación de más y más mujeres al mundo del trabajo". A las mujeres que participaron en Emaktiva la consejera les instó a empoderarse, ilusionarse con nuevos horizontes y a seguir formándose.

Lorena López, responsable de comunicación de la empresa AR Racking, narró la positiva experiencia de esta firma con una trabajadora contratada a través del proyecto y que ahora desempeña las competencias adquiridas en las oficinas que AR Racking tiene en el parque tecnológico de Zamudio. La empresa, dedicada al almacenaje industrial, incorporó a Itxasne tras conocer el programa Emaktiva y desde entonces, señaló López, "ha demostrado su valía como profesional y como persona".

"El modelo de intervención socio?laboral definido en Emaktiva pretende ser un modelo de acompañamiento innovador que posibilite el empoderamiento, la autonomía personal y económica, una implicación e integración social de las mujeres participantes y en definitiva su inclusión plena en la sociedad". "El proceso de acompañamiento, que es exhaustivo y personalizado, dura entre seis y siete meses y el 80% lo concluye satisfactoriamente", resumió Gavilán.