Bilbao - El Tren de Alta Velocidad vuelve a ponerse en marcha en Euskadi. Aunque sea de forma virtual. Tras el parón de los proyectos y la tramitación administrativa en Madrid como consecuencia de la interinidad en el último año del pasado gobierno de Pedro Sánchez, ayer su ministro de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, y la consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras del Gobierno vasco, Arantxa Tapia, cerraron la próxima reunión que tendrá lugar en Madrid para reactivar los temas pendientes en la culminación de la obra civil de la Y vasca y su futura explotación, así como el desarrollo de otras infraestructuras ferroviarias en Euskadi.

Esta cumbre entre ambos responsables políticos, que se celebrará el 13 de febrero, ya tiene concretado un listado de temas entre los que destaca por su novedad el postulación por parte del Ejecutivo vasco para construir las estaciones terminales del TAV en Bilbao y Gasteiz, así como asumir la instalación de vías, sistemas eléctricos y comunicaciones -lo que se denomina superestructura- en dos futuros tramos de la Y vasca por construir; en concreto, el que va de Zaratamo a Bilbao y el Nudo de Arkaute.

La propuesta vasca se concretaría a través de la ampliación de la actual encomienda que tiene con el Gobierno de Madrid por la cual el Ejecutivo de Gasteiz terminará de construir el tramo guipuzcoano del TAV y asumirá también las obras de la nueva estación de Donostia, estas últimas ya sacadas a concurso por parte de Euskal Trenbide Sarea (ETS), el gestor ferroviario vasco.

La propia consejera Tapia verbalizó este propósito poco después del encuentro con Ábalos en la presentación de la jornada Basque Railway 2020 ante más de 400 especialistas ferroviarios llegados de todo el Estado y el resto de Europa.

La propuesta que pondrá sobre la mesa Lakua tiene como aval el trabajo que ETS ha ejecutado con toda solvencia en la infraestructura acometida en el ramal de Gipuzkoa, el trabajo en común con Adif y el Ministerio en la redacción de los estudios informativos de las nuevas estaciones de Bilbao y Gasteiz, así como la misma tramitación del trazado de la Variante Sur Ferroviaria (VSF) que servirá para sacar de los núcleos urbanos de Ezkerraldea los trenes de mercancías que llegan al Puerto de Bilbao.

Conseguir estos nuevos encargos, que serían asumidos financieramente por la Comunidad Autónoma Vasca con cargo al Cupo que paga anualmente al Estado, depende ahora de la aprobación del Ministerio de Ábalos y de su voluntad política.

Otro de los temas de peso que tratarán en la reunión de febrero ambas partes será concretar definitivamente la financiación de las obras de la mencionada VSF, así como de la futura estación soterrada de Bilbao, ya que lo relativo a Gasteiz "ya está claro", aseguró José Luis Ábalos.

Ambas partes deberán determinar cuál será la aportación de las instituciones implicadas en unos proyectos que, por ley, tiene que costear el Gobierno del Estado pero en los que tanto el Gobierno vasco como los ayuntamientos correspondientes nunca han negado su implicación financiera. En el caso de la estación soterrada de Abando tendrá que ponerse sobre la mesa el peso que deberá tener en la financiación de todo el proyecto las plusvalías previstas. Este dinero se obtendrá con la venta de los futuros edificios de viviendas y oficinas que está previsto construir en la gran explanada que surgirá tras enterrar la actual playa de vías existente entre el puente de Cantalojas y la cubierta histórica de la estación de Abando.

Según indicaron fuentes del departamento de Arantxa Tapia, el encuentro del 13 de febrero será prolongado, ya que está previsto tratar 27 temas diferentes, la gran mayoría ferroviarios, pero también hablarán sobre las transferencias de los puertos de Pasajes y Bilbao, así como de los aeropuertos vascos.

Además de los proyectos de la Y vasca, Lakua propone hablar de la situación del Corredor Atlántico como red ferroviaria transeuropea prioritaria entre Madrid, Gasteiz y la ciudad gala de Dax.

La alta velocidad vasca no puede quedarse aislada tras su finalización, por lo que será muy importante conocer cómo pretende actuar el Gobierno Sánchez en cuanto a las conexiones con Dax y Burdeos, el desarrollo de la alta velocidad entre Burgos y Gasteiz y su conexión con Nafarroa y el corredor hacia el Mediterráneo.

El ministro Ábalos señaló que hay que "retomar la Agenda Vasca" y, que en la reunión que tendrá lugar dentro de tres semanas abordarán "una larga lista de temas" que le trasladó la consejera, con "mucha ambición" para trabajarla "con mucha atención". En ese listado están presentes, por ejemplo, la situación general del desarrollo de los estudios informativos, proyectos constructivos y obras de la nueva red ferroviaria y los retrasos que se acumulan sobre la planificación acordada. La delegación vasca también tratará de acordar con el Ministerio un calendario de fechas plausible para la conclusión de las obras.

Dificultades encontradas Ábalos reconoció que "todos somos conscientes de las dificultades que nos hemos encontrado y de las que nos podemos encontrar" a la hora de analizar el retraso acumulado en el último año. Aún así aseguró que desde Madrid "se ha seguido trabajando en materia de licitación" y apuntó que existe "algún problema", en cuanto a "estudios informativos y alegaciones", pero en lo relativo a la capacidad para licitar sobre proyectos "no hemos parado".

Ambos responsables expusieron su sintonía. Tapia aplaudió que tanto el Gobierno vasco como el central están "comprometidos" en "darle un impulso definitivo" a la Y vasca. La responsable del departamento de Desarrollo Económico e Infraestructuras especificó que "la Agenda Vasca, desde el punto de vista ferroviario va a ser, no solo en este momento, sino a futuro, muy relevante".

Tapia y Ábalos aprovecharon el encuentro que mantuvieron ayer en Donostia para suscribir un protocolo de colaboración conjunto para desarrollar la terminal intermodal y logística de Lezo. Con ello pretenden elaborar el estudio informativo y los proyectos constructivos de una infraestructura que dinamizará el uso del Puerto de Pasaia, permitiendo que las mercancías que lleguen por mar sean trasladadas al tren o viceversa, conectándolo con la próxima Y vasca. Así se cubrirán las funciones logísticas y operaciones ferro-portuarias transfronterizas que darán soporte a la industria de Gipuzkoa y sus alrededores.