MADRID. "Nos sentimos un poco desprotegidos, estar sin padre, sin madre, en un centro de menores y que pongan una bomba...", afirma Elena, una joven dominicana residente que en pocos meses cumplirá la mayoría de edad.

Fuentes policiales han explicado a Efe que interpretan este suceso como un "aviso" y que la granada que han detonado no llevaba carga.

Tras el desalojo por parte de la Policía Nacional y la explosión controlada, llevada a cabo a primera hora de la mañana, el exterior del centro de menores se ha llenado de medios de comunicación.

"Hemos tenido mucho miedo. Nos han evacuado y después hemos escuchado la explosión con un sonido muy fuerte", explica otro de estos residentes de nacionalidad magrebí.

"Tiempo al tiempo" o "son unos desgraciados" han sido algunos de los comentarios que han proferido estos jóvenes sobre los autores del incidente.

Además han criticado a las instituciones por la incertidumbre que han vivido, ya que consideran que no han recibido las "explicaciones" necesarias sobre lo ocurrido.

Un trabajador del centro, en el que no hay cámaras de vigilancia, ha criticado en declaraciones a Efe que "se normalicen este tipo de cosas" y ha lamentado que este tipo de instalaciones sean objeto de ataques.

Los acontecimientos han trascendido sobre las 9.30 horas, cuando la Policía Nacional ha desalojado a los menores y posteriormente los Tédax han hecho explotar la granada, tras lo cual los internos han escuchado un "sonido no muy potente".

Las primeras investigaciones apuntan a que el paquete sospechoso con la granada fue arrojado al patio desde el exterior dentro de una bolsa.

Para los vecinos de la zona esta situación "no es excepcional" ya que la policía acude frecuentemente en el centro, explica a Efe una viandante.

No se trata del primer incidente que se vive en el centro, en el que habitan un centenar de menores, ya que el pasado mes de noviembre se contabilizaron al menos tres agresiones. Por eso la Policía Nacional y la Municipal reforzaron su presencia en la zona.

El pasado 17 de noviembre un centenar de personas se concentró frente a estas instalaciones para pedir más seguridad en el barrio y que la Comunidad de Madrid diese soluciones, convocados por el colectivo de vecinos "Hortaleza se defiende", en la que también participó el grupo neonazi Hogar Social.

El mismo día, un millar de personas, convocados por la Asamblea antirracista de Madrid, se manifestaron entre la Plaza de Cibeles y la Puerta del Sol para denunciar el racismo "estructural e institucional histórico" al que se suma "el discurso de odio de Vox".