BILBAO. Así se refleja en el informe sobre delitos de odio en Euskadi que elabora la cátedra de Derechos Humanos y Poderes Públicos de la Universidad del País Vasco, cuyo director, Jon Mirena Landa, ha entregado este miércoles a la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia.

En total se registraron 132 incidentes de odio (130 fueron delitos y 2 fueron infracciones administrativas), 11 menos que en 2017 y 14 menos que en 2016.

De los 130 delitos, 62 tuvieron carácter racista o xenófobo; 30 de orientación e identidad sexual; 17 se relacionaron con la ideología y orientación política; 7 con creencias y prácticas religiosas; 3 con la diversidad funcional y 2 con la aporofobia.

Bizkaia fue el territorio en el que más delitos de odio se produjeron, 83, mientras que en Gipuzkoa hubo 33 y en Álava, 10.

Según el informe, los delitos de racismo y xenofobia decrecieron un 12,6 % respecto a 2017, mientras que los de orientación e identidad sexual subieron un 21,8 %, los de ideología aumentaron un 6,25 %, los de religión no tuvieron variación y los de aporofobia y diversidad funcional se incrementaron un 50 % en ambos casos.

Entre las ciudades, Bilbao concentró el 50 % del total de los delitos de odio, Donostia el 9 %, Gasteiz el 6 %, Irun el 5 % y Portugalete el 4 %.

En cuanto a los delitos de racismo o xenofobia, el informe indica que en Bizkaia se produjeron la mayoría de los casos, 32 de los 62 registrados, mientras que en Gipuzkoa fueron 21, en Álava, 4 y del resto no figuran datos en el estudio.

También Bizkaia encabeza los delitos cometidos en base a la orientación e identidad sexual de la víctima, con el 71,7 % de los casos, seguida de Gipuzkoa, con el 15,3 % y Álava, con el 10,26 %.

De ellos, ocho delitos se cometieron contra mujeres lesbianas, nueve contra personas transgénero, 12 contra hombres homosexuales y diez no se especifican en el estudio.

De los 92 investigados por estos delitos, la gran mayoría, 61 son españoles, de ellos 45 originarios de Euskadi, mientras que 31 fueron extranjeros, de los que el 67,6 % procedían de países de América.

Además, 25 de los investigados fueron mujeres y 67 hombres, todos ellos con una edad media de 41,7 años.

En total se detuvieron por este tipo de delitos a 29 personas, todos hombres, de los que 23 fueron por casos relacionados con la ideología y orientación política y seis por aporofobia.

En cuanto a la procedencia de las 157 víctimas, el 45,8 % eran de nacionalidad española y el resto extranjeras, de las que casi el 23 % eran de América.