Bilbao - Ayer finalizaron los cuatro días de huelga de la semana en los colegios concertados quizá un poco más lejos de la solución que el lunes. Patronales y sindicatos no han vuelto a sentarse a negociar después de que el lunes de la semana pasada las centrales rechazaran la oferta “definitiva” presentada por Kristau Eskola al entender que, no solo es insuficiente, sino un retroceso respecto de la oferta que la patronal mayoritaria llevó a las reuniones bilaterales con cada central. Esta semana, por tanto, no se ha producido avance alguno en la negociación y los sindicatos se han quedado solos en su intención de reunirse con las patronales y el Departamento de Educación en el Consejo de Relaciones Laborales, porque realmente no habían pedido su mediación.

Entre tanto, miles de estudiantes se han visto afectados en mayor o menor medida por los paros. La guerra de cifras sobre el seguimiento ha sido una constante. Kristau Eskola aseguró que el paro de ayer solo fue seguido por el 16% de sus 8.212 trabajadores, mientras que los sindicatos lo cifraron en el 55%. Ni patronal ni sindicatos aludieron ayer a la posibilidad de reactivar la negociación de forma que se eviten las huelgas convocadas para los días 8 y 9 de mayo. El enquistamiento de la situación es tal que los sindicatos hablan abiertamente de estar dispuestos a seguir con la vía de la huelga el curso que viene si no se ponen sobre la mesa “nuevas propuestas” que respondan a las reivindicaciones de la plantilla que los últimos diez años han perdido un poder adquisitivo superior al 10%.

Así las cosas, las centrales miran hacia Lakua y hacia Kristau Eskola. “Las patronales y Educación tienen ahora la obligación de dar pasos para buscar una solución, y apelamos a que verdaderamente busquen medidas para encontrar respuestas a esta situación”, afirmó la portavoz de ELA, Miren Zubizarreta, para añadir que “han sido ellos los que no nos han dejado más opción que el camino de las movilizaciones”. Zubizarreta criticó la actitud del Departamento de Educación, al que acusó de estar haciendo “una dejación absoluta de sus responsabilidades”. - I. A.