Elantxobe - “Era un trabajador incansable que, por encima de todo, trabajaba siempre buscando el bien de Elantxobe”. Así definen los allegados de Josu Olagibel Bakeriza, alcalde de Elantxobe, que falleció durante la madrugada de ayer a los 62 años de edad tras padecer una grave enfermedad. Amante de su localidad, pintoresca pero también compleja en su orografía, Olagibel “deja una profunda huella” en el PNV de su municipio y de Busturialdea por su carácter voluntarioso y apegado a los apenas 1,8 kilómetros cuadrados de extensión de su pueblo, que van desde el puerto, en el que tantas horas pasó, a las alturas de Ogoño.

Casado y con dos hijas, Olagibel se aprestaba a cumplir su segunda legislatura al frente del Consistorio costero, manejando diversos proyectos por el bien de sus convecinos. Se los relató a DEIA por última vez hace apenas tres semanas, con la pasión que le caracterizaba, aunque no pudo asistir al acto de presentación de las candidaturas jeltzales de Busturialdea. Y lo hizo con el carácter y la idiosincrasia propia que tienen los elantxobetarras, a los que se mantenía tan apegado. Makues que dirían en Mundaka. De ello se acuerdan bien algunos miembros de la Junta Municipal del PNV, recordando cómo Olagibel era uno de los que primero se embarcó hace algunos años en las obras de renovación del batzoki elantxobetarra “trabajando en lo que hiciera falta, con sus propias manos”. También guardan gratos recuerdos antiguos cargos en el Consistorio, como la exalcaldesa Amaia Eiguren. “Lo conocía desde pequeño”, relata. “Era una persona siempre dispuesta al trabajo, a colaborar en todo lo que hiciera falta. Voluntarioso a tope. Elantxobe le echará en falta”, señalaba apenada para, a continuación, agradecerle “todo el trabajo que ha hecho por nuestro pueblo”, ya fuera desde la Alcaldía como también en la asociación local de embarcaciones de recreo, Ermitxo, que capitaneó durante largos años.

Proyectos como la mejora del mirador en la Atalaia o la habilitación de unas escaleras mecánicas para facilitar la accesibilidad en un pueblo construido en una pronunciada pendiente llevan su sello, aunque las limitaciones presupuestarias le dificultaran el trabajo. También la necesidad de relanzar económicamente un pueblo que, pese a mirar a la mar, dijo adiós a su último pesquero en 2010. Olagibel luchó por revertir la situación con la llegada de nuevos negocios ligados a la mar. “Somos pocos, pero no podemos vivir de espaldas a la mar cuando siempre lo hemos hecho de frente”, solía argumentar. Trabajó en ello durante su mandato, al igual que en la legislatura anterior, entre 2011 y 2015, en la que se enfrentó políticamente a su hermano, Koldo, enrolado en las filas de Bildu y a quien arrebató el bastón de mando hace ahora cuatro años.

Siempre Elantxobe “Por encima de todo, para él siempre estaba Elantxobe”, ahonda sobre Olagibel el responsable del PNV en Busturialdea y alcalde de Gautegiz Arteaga, Juan Félix Naberan. “Siempre tenía en mente cómo mejorar su pueblo y no le importaba ponerse el buzo de trabajo para que así fuera”, remarca gráficamente un Naberan que asegura que la formación jeltzale a nivel comarcal “echará mucho de menos a un alderdikide y a un abertzale ejemplar”.

Con su recuerdo en las últimas Madalenas aún presente, la presidenta del Bizkai Buru Batzar del PNV, Itxaso Atutxa, también se despidió de un Olagibel al que recuerda siempre “sonriente y alegre”. Y recordó la celebración del pasado año que ilustra el carácter del primer edil fallecido. “Zeu izan zarana, danon lagun, guztion poza. Gugaz izango zaitugu aurtengo Madalenetan Elantxobeko kaiera heldu gaitezanean... Agur Josu”, escribió.

El funeral por Josu Olagibel se celebra hoy, en la iglesia de San Nicolás de Elantxobe, a las 18.00 horas. Agur, Josu, egun handira arte!