El cuaderno de bitácora de la travesía emprendida por Iñaki Elorriaga y su singular tripulación esconde vivencias difíciles de transmitir con palabras. “Mi espíritu ha salido fortalecido”, revelaba ayer este getxotarra aquejado de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) que zarpó el pasado mes de mayo a bordo del Pottoka para visualizar esta grave enfermedad neurológica. Tras 339 millas recorridas durante 80 horas de navegación hasta tierras gallegas, un documental relata la experiencia de este recorrido por el Cantábrico en el que se han cumplido los objetivos marcados por los promotores. Acompañando a Elorriaga, el regatista Unai Basurko y el músico Kepa Junkera, además del realizador Josu Martínez y el marino Jon Aurtenetxe, han exprimido cada minuto de este trayecto en el que el ímpetu por la vida ha sido el protagonista.
El documental Tras la ELA en vela: Desafío en Finisterre, que narra las peripecias de los cinco tripulantes que zarparon de Bilbao el 26 de mayo y recalaron en el puerto de Muros tres días después, fue presentado ayer ante miembros de las asociación ADELA Euskal Herria. “No soy solo yo, soy yo y mis compañeros”, declaró Elorriaga, el portavoz más insigne de esta entidad que agrupa a los afectados de ELA, una “enfermedad minoritaria, incurable, cruel y caprichosa” con “una esperanza de vida de tres a cinco años”. Esta dolencia que provoca que los músculos -incluidos aquellos que permiten hablar, comer y respirar- dejen de funcionar progresivamente, “no es tanto una enfermedad hospitalaria, como una doméstica que condena a la servidumbre a los que están alrededor”, señaló este luchador, al que le fue diagnosticada la ELA hace siete años.
Sensibilizar sobre la enfermedad era uno de los objetivos de la tripulación que en su retorno hizo escala en A Coruña, Avilés, Santander, Bilbao y Donostia para llevar a cabo diversas acciones de difusión del proyecto. Iñaki Elorriaga destacó ayer las muestras de cariño recibidas en todas estas paradas y por el equipo de tierra en Finisterre: “Hay una empatía que se genera, aunque cuando se ponían pelmas volvíamos al barco”, bromeó. Recuerda con especial ilusión una charla ofrecida ante un centenar escolares de entre 8 y 9 años. “Es difícil hablar de la ELA con niños, hablamos de sus abuelos y lo terminaron entendiendo. Incluso hicimos risas. Afectivamente, quedé desbordado”, cuenta este getxotarra, al que se le ocurrió la idea de la travesía no solo para sensibilizar a la población, sino también para recabar fondos para la investigación y profesionalizar las asociaciones.
El avezado regatista portugalujo Unai Basurko, que quedó prendado de la idea cuando Iñaki se la propuso hace más de un año, mostró su satisfacción por esta travesía en la que se implicó sin dudarlo. “Fue complicado porque salimos con fecha puesta, por lo que teníamos que estar preparados para todo tipo de circunstancias”, indicó. A pesar de ello, hicieron frente a las “complejidades propias de la navegación y de la convivencia”, lo que supuso que el segundo día tuvieran que navegar por alta mar debido al temporal. A su lado, Iñaki Elorriaga, también experimentado en el mar, contó entre risas algunas anécdotas sobre cómo tenían un balde para hacer “aguas mayores y aguas menores” o cómo le metían “en una conejera que era la cama” y le sacaban por los pies.
“Nos han engañado vilmente, nos dijeron que iba a ser como en el Mediterráneo”, reveló, por su parte, Kepa Junkera, quien a pesar de ello destacó que es una experiencia excelente para “descubrirse a uno mismo”. El músico, además, destacó la vitalidad y el coraje de Iñaki Elorriaga, admiración que compartió Jon Aurtenetxe. “Han sido 15 días navegando. Desde el principio absorbimos el espíritu reivindicativo y solidario de la iniciativa”, apuntó. El documentalista que ha recogido la travesía en un corto confesó que no todo fue coser y cantar: “La última noche convencimos a Kepa para que sacara la triki, tocó con la puesta de sol. Pero la primera noche fue malísima, estuvimos todos vomitando”. Sus sonrisas demostraban que mereció la pena. Que les quiten lo navegado.