Bilbao. Tres espeleólogos, dos de ellos franceses y uno griego, que llevaban cuatro días atrapados en una cueva a 700 metros de profundidad en los Pirineos franceses, lograron salir ayer a la superficie por sus propios medios.

Los tres hombres aficionados a esta práctica deportiva y miembros del club de espeleología de Li- lle se habían introducido el pasado miércoles en la cueva de Romy, en el macizo de La Pierre Saint-Martin (departamento de Pirineos Atlánticos, suroeste) y su salida se vio impedida porque el agua bloqueó la ruta hacia el exterior.

Antes de regresar a la superficie, en un itinerario seguido con gran atención por los medios de comunicación franceses, los tres espeleólogos se habían detenido a 450 metros de profundidad para recuperar fuerzas, según informaron medios locales.

Se trata de dos ciudadanos franceses y uno griego, de edades comprendidas entre los 30 y los 45 años, que realizaban trabajos de cartografía y que se vieron sorprendidos por el aumento del nivel de las aguas dentro de la cueva cuando se encontraban detrás de un sifón natural que, inundado inesperadamente, les impidió regresar al exterior. Los miembros de la operación de rescate organizada para ayudarles a encontrar la salida localizaron a los tres espeleólogos el sábado, cuando habían conseguido comenzar a salir de la cueva por sus propios medios.

No es la primera vez que un suceso de este tipo pone en vilo a los cuerpos de rescate. Se da la circunstancia de que en agosto de 2007 la experimentada espeleóloga belga Annete Van Houtte permaneció atrapada en este mismo terreno durante más de tres días después de que la caída de una roca le fracturara tres dedos del pie. En esta ocasión los más de 80 miembros por los que estaba formado el multitudinario operativo de rescate tuvieron que abrirse paso a golpe de explosivo para rescatar a la espeleóloga belga que permanecía atrapada a más de 700 metros de profundidad.