Iruñea. La madre de José Diego Yllanes, el acusado de asesinar a Nagore Laffage, definió a su hijo como un chico "responsable", que "cuidaba" a las novias que había tenido, y dijo "no ser consciente" de haber contactado con nadie en una llamada de teléfono que hizo al joven la mañana de los hechos.
En su declaración como testigo en la cuarta jornada del juicio que se sigue por un delito de asesinato contra Yllanes, para quien el fiscal pide 20 años de cárcel, la madre relató lo vivido por la familia el 7 de julio de 2008, desde que, al no ver a su hijo en casa a primera hora, comenzó a llamarle de forma reiterada a su móvil.
La investigación determinó que una de ellas, realizada a las 10.03 horas, fue descolgada durante 9 segundos desde el móvil de José Diego Yllanes, una acción que los policías del caso atribuyen a la propia Nagore, lo que podría, según ellos, haber motivado que la chica viera la posibilidad de avisar al teléfono de emergencias 112, hecho que pudo enfadar al acusado y motivarle a estrangularla.
Sin embargo, la madre señaló que esa fue una de las numerosas llamadas que realizó sin éxito a su hijo durante la mañana y que en esa en concreto "no oí nada, no soy consciente de haber oído nada. No me di cuenta de que alguien descolgó el teléfono", reiteró, tras negar que sí lo hiciera y que por eso volviera a llamar un minuto después.
La mujer advirtió de que no se maneja bien con los móviles, de forma que "me equivoco en ocasiones y sólo sé recibir y llamar", dijo en referencia a que, pese a que ella sostiene que llamó reiteradas veces a su hijo, no constan más que dos de sus llamadas, la que supuestamente descolgó Nagore y otra un minuto después.
Respecto a las circunstancias en las que finalmente hallaron a José Diego, el encuentro tuvo lugar esa noche, en Sorogain, en el coche, donde estaba "totalmente como ido, con frío, y sólo decía que lo dejáramos y que no podía seguir así".
En cuanto a las costumbres de su hijo, recordó que por dos veces en su vida había tenido que ser tratado de sendos comas etílicos.
No considera a su hijo ni "autoritario" ni "caprichoso", subrayó la mujer, quien recordó haber conocido a su hijo dos novias, con quienes "creo que se trataban bien. Creo que Diego era responsable, cuidaba de ellas y las acompañaba a casa cuando salían".
Madre de Nagore La sesión de ayer comenzó con la declaración de la madre de Laffage, Asun Casasola, quien ante un acusado que siguió toda su intervención recogido en la silla y con la mirada fija en el suelo, definió a su hija como "una persona con mucha vitalidad, muy simpática, muy alegre pero con carácter, muy abierta, muy sociable, con muchas amigas y amigos, muy cariñosa y muy madura para su edad".
Relató las circunstancias en las que se enteró de la muerte de su hija el día 8 de julio, un día después del crimen tras ser identificado el cuerpo, y de su angustioso viaje hacia Iruñea, donde la Policía Foral le explicó que "había un 95% de posibilidades" de que el cadáver de una joven asesinada fuera el de Nagore.
La constatación "fue horrible", si bien reconoció que le aconsejaron no ver el cuerpo porque "me dijeron que estaba tremendamente golpeada", señaló Casasola, quien ha relatado la situación personal, en tratamiento psicológico y de baja laboral desde hace 16 meses, y familiar, pues "desde que murió, estamos todos mal".