La comarca de Uribe Kosta, de tradición nacionalista, vivió una noche electoral que derivará en cambios. En Sopela y Plentzia, gobernados hasta ahora por el PNV, es EH Bildu la lista más votada, con mucha ventaja en el caso de la villa: seis concejales frente a los tres nacionalistas, es decir, los jeltzales tienen tres menos que los atados en 2019. En Lemoiz también gana EH Bildu. Y, en Gorliz, mientras tanto, la formación más fuerte es Gorliz Bizirik, Herriaren Taupada, con cinco ediles por cuatro del PNV.

El recuento de ayer domingo determinó en Sopela: ocho concejales para EH Bildu (a uno de la mayoría absoluta), seis para el PNV, y uno para Alternativa Vecinal de Sopela, PSE y Elkarrekin, respectivamente. O sea, los jeltzales obtienen uno menos que en los pasados comicios y EH Bildu, dos más. Guruzne Carrasson era la apuesta de EH Bildu para la Alcaldía, por lo que sucederá a Saioa Villanueva, como la última regidora de ese partido en el Ayuntamiento (2011-2015). “Proteger el medio ambiente, promover el alquiler de vivienda pública, garantizar la calidad de nuestros centros educativos públicos, impulsar la movilidad sostenible, fortalecer el euskera y el feminismo, hacer más eficiente y eficaz el ayuntamiento...”. Esa es la consigna de la coalición abertzale.

En Plentzia había dudas sobre cómo respondería la ciudadanía con un nuevo cabeza de lista en EH Bildu en sustitución de David Crestelo. Pues bien, Aitor Garagarza, como aspirante, consigue seis concejales (45,56% de los votos) por tres de la candidatura jeltzale, que acudía a las urnas con Elixabete Uribarri de nuevo (25,28%). Irrumpe en la Corporación con dos representantes la plataforma vecinal de Isuskiza, por lo que Plentzia volverá a tener tres formaciones en el Consistorio. Ha podido pesar, quizás, al equipo de gobierno la polémica con los locales de Arpillao o la asignación de los amarres del puerto. Puede ocurrir también que la agrupación de Isuskiza se haya llevado votos del PNV. Así que EH Bildu toma los mandos del Consistorio con un programa electoral basado en “construir sinergias entre la ciudadanía y el Ayuntamiento, para convertirlo en la casa que debe ser, la de todos y todas, multiplicando escuchas y voces, para desarrollar un modelo de gobernanza cooperativo, en el que las personas y el tejido asociativo volvamos a estar en el centro”.

La sorpresa llegó en Gorliz, donde la asociación vecinal Gorliz Bizirik consigue cinco representantes. Nacionalistas y abertzales se quedan con cuatro cada uno. En Lemoiz también pierde fuelle el PNV. La coalición soberanista suma cinco concejales y la candidatura de Antxon Abaroa, cuatro. Por su parte, hay empate a ediles entre ambas agrupaciones en Barrika (cuatro) y Urduliz (seis). En el primer caso, Barrika obtiene una representación. En el segundo, es Elkarrekin el que tiene un concejal. En Berango sí se mantienen los jeltzales como la lista más votada y sacan seis asientos en el pleno.

Los datos

El PNV solo gana en Berango. Teniendo en cuenta sólo los votos de las elecciones y dejando al margen los posibles pactos, los jeltzales únicamente ganan en Berango. Obtienen empates en Urduliz y Barrika.

Vuelco en Plentzia. La candidatura de Elixabete Uribarri pierde tres concejales y se queda con tres. Irrumpe la agrupación de vecinos de Isuskiza, con dos ediles. EH Bildu saca seis y gobernará.

Gorliz Bizirik. “No queríamos que se formase un cara a cara entre EH Bildu y PNV”. Así nació Gorliz Bizirik Herriaren Taupada, que se impone en las elecciones con cinco ediles.