La sesión vespertina de este Pleno de Política General ha alumbrado una clarificación de las posturas esbozadas por la mañana por los diferentes grupos que integran la Cámara, especialmente en lo relativo a la actualización del marco de autogobierno vasco propuesta por el lehendakari.

El PSE, socio del PNV en el Gobierno Vasco, ha avanzado una postura rotunda que aspira a ser un freno interno a la voluntad que Iñigo Urkullu expresaba esta mañana de actualizar la relación con el Estado hasta llevarla a un modelo de "bilateralidad" que la ponga a salvo de embates y "erosiones" vía "invasión competencial". Los dos integrantes del Ejecutivo dejaron al margen de su acuerdo de gobierno su postura a este respecto. Y la disparidad de pareceres entonces obviada y hoy evidenciada promete hacer correr ríos de tinta.

Y es que el portavoz parlamentario del PSE, Eneko Andueza, ha sido meridianamente claro: "El estatus político está definido". Y "funciona", ha subrayado, evidenciando así el poco margen que su partido ve para este debate. "En esta Cámara se puede llegar a un texto político que puede contar con una mayoría y que atienda al ideario nacionalista", ha admitido el socialista. Pero quien recorra este camino, "ya conoce el procedimiento, pero también el resultado", advirtió, con la vista puesta al portazo con el que Madrid puso fin hace más de 15 años a la propuesta de reforma estatutaria que le presentó el Parlamento Vasco de la mano del Gobierno tripartido liderado por Juan José Ibarretxe.

En este sentido, Andueza ha recomendado a sus socios ceñirse en el acuerdo sobre el "80% del texto" de reforma estatutaria recientemente ensayado, y centrarse en la gestión del actual marco en lugar de explorar un debate que puede servir como "excusa para romper el resto de puentes".

El relevo de Andueza en el atril lo ha tomado Maddalen Iriarte, quien también ha abordado el planteamiento de Urkullu... pero del lado de la mesa contrario al que defienden sus socios del PSE. Mientras estos ven el marco ya definido, la portavoz de EH Bildu lo ve agotado y limitante. Y por eso no ha dudado en reclamar que Euskadi necesita tener "la capacidad de tomar sus propias decisiones", sea para hacer frente a un desafío como los creados por la pandemia, o para construir un futuro más "justo y esperanzador".

Ante unos planteamientos que ha tachado de "huecos", ha exhortado a Urkullu a tomar decisiones. "Este es el Gobierno que tenemos. Por un lado denuncia el desgaste del autogobierno, y a la vez defiende que el derecho a decidir nos llevaría a la Edad Media del mismo modo que sostiene el PSE", ha criticado, antes de preguntarse cuándo va a dejar de permitir que los socialistas "veten" este debate. "Nosotros acordamos con ustedes y en parte con Podemos una base y unos principios en la ponencia de autogobierno. Pero ustedes, ¿dónde están?", se ha preguntado.

En este sentido, ha instado al PNV a "decidirse" y dejar de hacer "trampas" con el futuro del autogobierno. "Si creemos en la democracia y en las decisiones que tome este pueblo", llevemos la cuestión al Parlamento, ha añadido.

Allí, en el Parlamento, esta invitación cruzada al diálogo encontrará la mano tendida de Elkarrekin Podemos. "No tenemos vértigo", aseguraba su portavoz, Miren Gorrotxategi, que se mostraba abierta a buscar acuerdos amplios "sin líneas rojas". Eso sí, sin "casarse con nadie" y siempre que supongan dotar a las instituciones vascas de herramientas más eficaces para mejorar "la calidad de vida de los ciudadanos".

Así, la portavoz de Elkarrekin Podemos ha explicado que defenderá en este debate un "federalismo republicano" que estará centrado en una defensa cerrada de lo público "porque ahí residen las respuestas a los grandes problemas: salud, energía, pensiones, vivienda". "Cuando vienen mal dadas, como se ha visto, el rescate social proviene de lo público", ha subrayado, antes de advertir, eso sí, de cara al futuro del autogobierno vasco, que de nada servirá hacer este viaje solo para "trasladar el centro de decisión de Madrid a Euskadi, si este va a seguir estando entre las cuatro paredes de un consejo de administración".

PP y VOX

Por su parte, PP y VOX representaron la oposición más frontal a lo propuesto horas antes por el lehendakari en las voces de Carlos Iturgaiz y Amaya Martínez respectivamente.

Abrió fuego Martínez, que se ha comprometido en la lucha contra una "sed insaciable de autogobierno" que, ha dicho, "nos llevará a la ruina. "La erosión competencial de la que habla Urkullu es la versión vasca del catalán España nos roba", ha denunciado, antes de pedir "más España, más centralización". Iturgaiz, crítico sobre todo con el entendimiento existente entre el PNV y el Gabinete Sánchez, para el que no ahorró descalificativos -"­lastre", "remora"€-, ha pedido al lehendakari que cambie de rumbo en redondo.

En el marco de su crítica al Gobierno español, Iturgaiz se ha mostrado "preocupado" por lo expuesto por el lehendakari y ha acusado a las formaciones nacionalistas de apretar el acelerador porque, a su juicio, la presencia de PSOE y Podemos en el Ejecutivo central constituye "una oportunidad de oro" para conseguir sus objetivos. "Nunca habrá mejor ocasión", ha afirmado. Sin embargo, y dado que ve en cambio de marco la semilla de la "ruina" y el "enfrentamiento identitario", ha exigido "claridad" a un Urkullu al que ha pedido que se deje "de cantos de sirena" y "ensoñaciones" sobre un autogobierno mayor.

Todo ello en lo que se refiere al autogobierno vasco, porque de la oferta de Iñigo Urkullu a abrir vías de dialogo para explorar unos presupuestos expansivos, ninguno de los partidos de la oposición ha dicho ni palabra.