La vicelehendakari segunda del Gobierno vasco y secretaria general del PSE, Idoia Mendia, señaló ayer domingo que es “intolerable” cualquier amenaza, así como “cualquier argumento” que la desprecie y “dé aire a quien quiere anular al diferente”. Mendia realizó estas declaraciones en la presentación en la casa del pueblo Portugalete por parte de la Fundación Ramón Rubial del documental El tiempo que nos tocó vivir, con motivo del 34 aniversario del atentado contra esa sede socialista, en el que fallecieron los militantes de la formación Maite Torrano y Félix Peña.

En su intervención, la dirigente socialista se refirió a las amenazas por carta contra el ministro Grande Marlaska, la directora de la Guardia Civil, María Gámez, y el candidato de Unidas Podemos Pablo Iglesias y las reacciones políticas a las mismas. Mendia afirmó que la amenaza “fue inadmisible en el pasado y lo es en el presente” y consideró “necesario frenar cualquier aliento al señalamiento y al odio”. “Nuestra condena más contundente y radical a la persecución política y a quienes lo justifican”, señaló.

paso pendiente

La secretaria general del PSE recordó que en octubre se cumplen diez años del fin de la violencia de ETA y censuró que en la izquierda abertzale sean “hoy todavía incapaces de decir que los autores de tanto terror no merecen homenajes públicos”. Así, señaló que sobre el pasado “no hay batallas, hay relatos, hay vivencias distintas, hay dolores imposibles de sanar y ausencias imposibles de cubrir. Pero solo hay una verdad: que en esta casa del pueblo se mató a dos personas” porque “no se quería a los socialistas” en Euskadi.

A su juicio, ante ello solo hay una postura ética: “Jamás hubo justificación para despojar a una persona su condición humana” y “no puede atenderse un solo argumento que pueda dar a entender que ha habido un conflicto político, que hubo muertos en los bandos”.

Mendia desgranó “el enorme ejercicio de resistencia” que hicieron los socialistas frente a ETA, lo que consiguió, según indicó, que hoy sean “imprescindibles en todos los Gobiernos”. Afirmó, además, que el ataque contra las casas del pueblo “fue terrorismo siempre”, con “todas las letras”, porque había intención de “mutilar a una parte de este país, de callarla, de relegarla, de expulsarla”. Asimismo, señaló que “quienes empuñaron pistolas y pusieron bombas lo hicieron porque había quien sostenía desde las tribunas políticas y mediáticas que había una razón política para atacar al que no pensaba igual”. Recordó que, en el ataque a la sede de Portugalete, “la izquierda abertzale de entonces condenó el atentado, pero por una cuestión estratégica, no ética”.

“La amenaza y la persecución política fue inadmisible en el pasado y lo es en el presente”

Vicelehendakari y líder del PSE