Pablo Iglesias no se desdijo y señaló el martes que su compromiso con la memoria histórica no está en cuestión tras sus palabras sobre Carlos Puigdemont, cuando afirmó que su situación podía asemejarse al exilio republicano. Solo reconoció que los contextos históricos que motivaron aquel exilio y la marcha del expresident de la Generalitat a Waterloo tras el 1-O son diferentes. El líder de Unidas Podemos y vicepresidente segundo del Gobierno aseguró que no se va a sumar a la "criminalización del independentismo" ni de una persona por defender determinadas ideas que él no comparte, puesto que para eso "ya hay muchos políticos".

"¡Claro que los contextos son diferentes! Pero si alguien en este país ha maltratado la memoria de los antifascistas, de los republicanos y exiliados españoles, son los que ahora tratan de decirnos a nosotros que estamos comparando cosas diferentes", agregó cuando se le interpeló por la polémica derivada de su entrevista en La Sexta. Al ser preguntado, en concreto, si consideraba a Puigdemont un exiliado, y si su situación se puede comparar con la de las víctimas del franquismo que dejaron España, Iglesias respondió en ese programa: "Lo digo claramente, creo que sí. Y eso no quiere decir que yo comparta lo que hiciera".

No compartió sus declaraciones la ministra portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, que rechazó la comparación. Así, subrayó que los exiliados a causa del franquismo defendieron la legalidad vigente. "Otros la quebrantan", apuntó en alusión a Puigdemont pero sin hacer referencia explícita a él en ningún momento. C's ha presentado una iniciativa para forzar al PSOE a reprobar a Iglesias en el Congreso de los Diputados.