El equilibrio inestable, la medición de fuerzas y la tensión entre los miembros del Gobierno español de coalición, PSOE y Unidas Podemos, continúa. Si en las últimas semanas fue el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, el que marcó perfil propio reclamando un referéndum para el Sáhara Occidental y presentando una enmienda a los presupuestos del Estado junto a ERC y EH Bildu para suprimir los desahucios, el martes le tocó al líder morado ser objeto de un desplante por parte de sus compañeros de gabinete. La razón fue la comisión para gestionar los fondos europeos destinados a combatir el coronavirus, de la que en un primer momento el presidente español, Pedro Sánchez, excluyó a Iglesias, aunque a lo largo de la mañana rectificó tras las amargas quejas de Unidas Podemos.

El borrador del real decreto-ley que prepara el Ejecutivo para gestionar los fondos europeos y para ejecutar el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia detallaba, entre otros puntos, la composición de la llamada Comisión para la Recuperación, Transformación y Resiliencia. La misma iba a estar presidida por Sánchez, e iba a estar compuesta por dos vicepresidencias y nueve ministerios. Entre ellos no figuraba Iglesias, y solo había un dirigente de Unidas Podemos, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

Al parecer, Unidas Podemos tenía conocimiento de esta exclusión desde la semana pasada, aunque su malestar no trascendió hasta el martes. Finalmente, el jefe del Ejecutivo decidió que la gestión y el control de los fondos europeos se lleve a cabo en el propio Consejo de Ministros, tal y como explicó la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, en rueda de prensa, donde argumentó que todos los departamentos tienen “una parte más o menos intensa en la distribución” de esos fondos.

La ministra portavoz restó importancia a este cambio, argumentando que el borrador que se hizo público ayer no era el definitivo. Reveló además que este asunto no se abordó en el Consejo de Ministros. Con esta rectificación sobre la marcha, Sánchez ha renunciado a su propuesta de crear una comisión interministerial dedicada en exclusiva a la gestión de los fondos, bajo su presidencia, que anunció ya el pasado julio a los líderes autonómicos durante la Conferencia de Presidentes que tuvo lugar en San Millán de la Cogolla (La Rioja). Hoy mismo, Iglesias acompañará a Sánchez en la cumbre hispano-italiana que se celebra en Palma, como también lo harán las vicepresidentas tercera, Nadia Calviño, y cuarta, Teresa Ribera, entre otros ministros.

Enmienda “sin sentido”

Este rifirrafe se enmarca en las conversaciones iniciadas por el PSOE y Unidas Podemos sobre los desahucios, para tratar de reconducir la controversia tras la enmienda para su supresión presentada por los morados, junto a ERC y Bildu, y sin conocimiento de sus compañeros de coalición. Ayer, ambas formaciones votaron a favor de permitir el debate y votación de la enmienda antidesahucios en la Comisión de Presupuestos, desoyendo el criterio de los letrados del Congreso, que se habían posicionado en contra por considerarla materia ajena a una Ley de Presupuestos. Dicha enmienda busca ampliar la moratoria vigente a más supuestos de vulnerabilidad y prolongarla hasta diciembre de 2022.

En cualquier caso, María Jesús Montero explicó que la pretensión del Ejecutivo es abordar esta medida cuando se aproxime el 31 de enero de 2021, que es cuando expira la moratoria, y no durante la tramitación de los presupuestos, como pretenden Unidas Podemos, ERC y EH Bildu, por lo que consideró que “no tiene sentido” la enmienda presentada por estos tres partidos.