El alcalde de Gernika, José María Gorroño, ha destacado este domingo la importancia de conservar la memoria histórica memoria histórica durante el homenaje a las víctimas del bombardeo que hace 83 años devastó esta localidad, en un acto celebrado sin público por las restricciones del estado de alarma.

Tras recuperarse del coronavirus, por el que ha permanecido ingresado 21 días en el Hospital de Galdakao, el alcalde de Gernika ha querido retomar la actividad pública con su presencia en este homenaje, que el Gobierno vasco prohibió el viernes, aunque autorizó horas después, tras comprobar que respetaba las restricciones.

El primer edil ha dejado flores en el cementerio de Gernika en recuerdo de los fallecidos, en un acto en el que tan sólo se ha visto acompañado por un dantzari y un txistulari, que han evocado a los muertos en este ataque aéreo.

"El mayor patrimonio que le queda al pueblo de Gernika es su memoria. Con este homenaje, Gernika se rebela contra el olvido, porque la recuperación de la memoria es el camino a la reconciliación y a la paz", ha dicho el primer edil.

Esta villa vizcaina recuerda cada año el aniversario del bombardeo con un programa de actos que dura varios días y que cuenta siempre con una nutrida representación institucional, así como con supervivientes y numerosos vecinos.

Como consecuencia de la alerta sanitaria, el Ayuntamiento ha suspendido la mayor parte de las actividades previstas, aunque ha mantenido el homenaje en el cementerio y, por la mañana, sendas ofrendas florales en memoria del que fuera alcalde durante el ataque aéreo, José de Labauria, y del periodista británico George Steer.

De igual forma, han repicado este domingo las campanas en Gernika y ha tocado la sirena en recuerdo de la que avisaba a la población de la llegada de los aviones enemigos.

Esta noche, los vecinos están llamados a sacar velas a sus balcones, en sustitución de la marcha silenciosa que cada año recuerda a los fallecidos en este ataque aéreo.

Entre los actos que han sido suprimidos, figura la entrega de galardones a representantes del proyecto internacional "Kids Guernica" y a las Brigadas Internacionales de Paz, que este año han sido galardonados con los Premios Gernika por la Paz y la Reconciliación.

Con motivo del 83 aniversario del bombardeo, las familias alemanas von Richthofen y von Moreau, cuyos familiares participaron en el bombardeo que el 26 de abril de 1937 devastó Gernika, han reiterado en una carta su "arrepentimiento" por este ataque aéreo y la importancia de mantener viva la memoria de "este dolor inconmensurable".