bilbao - El Gobierno vasco ya tiene en su agenda otra cita marcada en rojo por su valor político desde el punto de vista del autogobierno. Tras reabrir la negociación con el Ejecutivo español en materia de transferencias para gestionar todas las que se recogen en el Estatuto de Gernika, ha concretado para el próximo 11 de marzo una reunión de la Comisión Mixta del Concierto Económico. Es el foro específico y bilateral que rige las relaciones financieras entre las instituciones vascas y el Estado, un carril diferenciado, al margen del Consejo de Política Fiscal y Financiera que reúne en el mismo paquete a todas las comunidades de régimen común con el Gobierno español. La Comisión Mixta es clave para abordar varios debates pendientes sobre los objetivos de déficit de la comunidad autónoma y las liquidaciones del Cupo. Para el PNV, el Concierto Económico es el ejemplo por excelencia a la hora de fijar una relación de igual a igual con Madrid, y convocar la reunión supone preservar ese carril diferenciado al margen de las comunidades autónomas que no disponen de autogobierno a nivel fiscal. Como ya informó este periódico, la reunión estaba apalabrada, pero ahora tiene fecha y llega con una novedad de alcance: el Gobierno vasco está sondeando a Madrid sobre la participación de Euskadi en el Ecofin para tratarlo en ese encuentro.

Que las instituciones vascas participen con pleno derecho en los órganos europeos donde se toman las decisiones financieras es más que un mero recurso en el discurso político del PNV. El Gobierno vasco está sondeando con el Ejecutivo español las opciones de que Euskadi participe en el Ecofin, el grupo formado por los ministros de Economía y Finanzas de los países de la Unión Europea. Esta reivindicación es una demanda histórica del PNV, y ha sido siempre difícil de encauzar por el simbolismo que entrañaría colocar a Euskadi al mismo nivel que los representantes estatales europeos. La demanda la recuperó el pasado miércoles el jeltzale Aitor Esteban en una pregunta al presidente Sánchez en el Congreso de los Diputados, y ahora la petición da un salto cualitativo porque, más allá de ser una mera aspiración política en el discurso del PNV, el Gobierno vasco está planteando de manera oficial y formal al Ejecutivo español que lo estudie.

En concreto, el consejero de Hacienda y Economía, Pedro Azpiazu, ha mantenido una conversación con la ministra de Hacienda, la socialista María Jesús Montero, para fijar la fecha de la Comisión Mixta del Concierto Económico. Servirá para abordar los límites de déficit de la comunidad autónoma, la liquidación de los cupos de 2017 y 2018 y el cálculo provisional de 2019, concretar los integrantes de la Junta Arbitral que resuelve las discrepancias, y aclarar algunos cambios en el funcionamiento del IVA. Pero el Gobierno vasco ha incorporado como novedad en esa lista la presencia de las instituciones vascas en órganos supraestatales de fiscalidad. Fuentes de la consejería confirmaron a DEIA que se refieren, entre otras cuestiones, al Ecofin, aunque no quisieron aclarar en qué punto se encuentra el debate. “Son temas muy importantes que estamos trabajando ambos gobiernos”, zanjaron.

El Estado nunca se ha mostrado demasiado receptivo por las implicaciones políticas que tendría ceder una silla a Euskadi y permitir que pueda tutearse con los estados, colocándose a su mismo nivel. El PNV esgrime como enganche el Concierto Económico: las instituciones vascas recaudan sus propios impuestos, tienen una autonomía fiscal y económica amplísima por su régimen foral, y únicamente pagan al Estado un Cupo por materias como el Ejército, la Corona, varias infraestructuras o en concepto de solidaridad con otras comunidades menos boyantes. El PNV cree que, al tener una hacienda propia, las instituciones vascas deberían participar de manera plena en el Ecofin. Los jeltzales consiguieron con el expresidente Zapatero que las diputaciones forales se asomaran al Ecofin por la ventana de los grupos de trabajo, unas reuniones que sirven para preparar los dosieres que después se llevan al pleno del órgano. Pero no pueden sentarse en el Ecofin.

Sánchez ha evitado hasta ahora comprometerse de manera explícita con la entrada plena de las instituciones vascas. “Tomo nota” fue lo único que respondió a Esteban en el pleno del miércoles, y cambió de tema de inmediato para abordar otros debates relacionados con la estabilidad presupuestaria. No obstante, tampoco quiso rechazarlo de manera categórica para mantener la sintonía con unos socios necesarios para que la legislatura aguante. El PNV acaba de votar a favor del techo de gasto, y se abre a negociar los Presupuestos que, en teoría, deberían aprobarse en verano. El pacto de investidura con Sánchez recoge en su séptimo punto la apuesta por “impulsar la construcción europea y la presencia y participación de las instituciones vascas en las instituciones de la Unión”.

debates La relación con el Estado a través del Concierto Económico otorga a las instituciones vascas una autonomía muy amplia, y ninguna de las dos partes puede imponer a la otra un cálculo del Cupo. Los nuevos impuestos que fije el Estado, además, los debe concertar con las diputaciones forales. Tampoco puede aplicar de manera automática a la comunidad autónoma el límite de déficit que fija para otros territorios, y que este año es del 0,2%. Debe confirmarse en la Comisión Mixta. En realidad, el Gobierno vasco se encuentra en superávit desde 2017 porque su política es tener unas cuentas saneadas. Este asunto se abordará el día 11, al igual que las liquidaciones de los cupos de 2017 y 2018, y el cálculo provisional de 2019. Las fuentes consultadas aclaran que esta vez no hay discrepancia en el cálculo con Madrid. También se abordará el IVA MOSS, el impuesto que se aplica a los productos comprados por un europeo en otros países del continente. En 2021 se va a aplicar a todas las ventas intracomunitarias.