BILBAO - Usted proviene de Equo. ¿Cómo ha terminado encabezando una lista en otro partido?

-Yo dejo de militar en Equo cuando asumo la coordinación parlamentaria del grupo de Elkarrekin Podemos, en una apuesta estratégica y personal por el espacio político y por aportar desde un lugar más central en la coalición. Es un trabajo conjunto que yo venía desarrollando con Podemos, con la militancia y con los círculos en mis años de diputada. Realmente es un espacio compartido y yo siempre me he sentido parte de ese espacio que es Elkarrekin Podemos.

¿Esperaba tener que competir en primarias contra otra candidatura?

-Sí, con naturalidad además. Creo que es la lógica y el objetivo de las primarias, que haya diversas personas que opten a presentarse.

Desde la plancha de Miren Gorrotxategi les acusan de haber renunciado a un acuerdo para una lista conjunta, mientras que ustedes les achacan el haber roto las negociaciones.

-Yo personalmente soy partidaria de dirimir las diferencias y cuestiones internas hacia dentro por los cauces propios y orgánicos. Todo el proceso de negociación y de conversaciones que haya entre las partes debe ser hacia dentro.

¿Contempla un acuerdo entre las dos candidaturas?

-Las conversaciones seguirán, pero insisto en que es un tema que hay que trabajar internamente y no comunicar públicamente el estado de las negociaciones. Ese es mi estilo y mi apuesta estratégica.

Han cargado contra usted por querer aspirar a la Lehendakaritza sin saber euskera.

-Yo conozco el euskera y hablo euskera, no lo suficiente para hacer política en euskera. El debate aquí no es tanto una cuestión personal, sino de política lingüística. ¿Qué está fallando en este país para que personas que empiezan a estudiar euskera de adultos tengan tantas dificultades y al cabo de largos años no puedan tener ese dominio del euskera como para hacer política? Hay que tener muchos factores en cuenta, el económico, la conciliación, el territorio o entorno sociogeográfico...

¿Habría que modificar también el modelo lingüístico a nivel escolar?

-Es cierto que el modelo educativo no está asegurando que todo el alumnado que acaba el periodo obligatorio domine el euskera. Con lo cual, el modelo es objeto de mejora siempre.

De cara a la próxima legislatura, ¿opta por que Elkarrekin Podemos siga en la línea de acuerdos con el Gobierno vasco o aboga por una oposición sin ambages?

-La oposición hay que hacerla siempre si estás en la oposición. Otra cosa es qué adjetivo le pones a esa oposición. En nuestro caso hemos optado por ser una oposición útil, una oposición que ha conseguido traducir en políticas reales nuestras propuestas. Hemos sabido llegar a acuerdos, hemos conseguido cosas y hemos desbloqueado situaciones que estaban estancadas como la ponencia de Autogobierno o los Presupuestos.

Por tanto, ¿están dispuestos a reeditar acuerdos en clave social con el PNV y el PSE?

-Estamos dispuestos a reeditar acuerdos en los que podamos dejar nuestra impronta. Es decir, en los que haya una diferencia clara entre que en el acuerdo esté o no esté Elkarrekin Podemos. Estamos viendo en el Gobierno español o en otras comunidades autónomas que cuando está Podemos en el Gobierno o en los acuerdos, estos van mucho más allá en todo lo que se refiere a defensa y conquista de derechos.

PNV y PSE tienen en su mano sumar mayoría absoluta en el Parlamento. ¿Teme que los votos de Podemos no sean relevantes?

-Creo que los retos a los que nos enfrentamos en la próxima legislatura, más allá de mayorías absolutas, lo que requieren es un amplio consenso entre fuerzas políticas, pero también fuerzas sociales y económicas. Por ejemplo, ¿cómo hacer frente a la Transición Ecológica en nuestra economía? Pues más allá de una ley que pueda sacar un Gobierno, exige acuerdo y diálogo. También será necesario un nuevo modelo de protección social, que dé respuesta a la precariedad y a la desigualdad creciente en Euskadi. Son temas tan trascendentales para las próximas décadas que deberían llevar a un acuerdo mucho más amplio que el de una posible mayoría de Gobierno.

¿Ha sido el adelanto electoral de Urkullu a una fecha tan temprana una deslealtad al acuerdo presupuestario firmado con Podemos?

-No, para nada. El Gobierno está comprometido y obligado a ejecutar lo pactado por parte de la ley presupuestaria, nos reuniremos próximamente la comisión de seguimiento y desde luego no tenemos ninguna duda de que las medidas que arrancamos al Gobierno vasco se van a llevar a cabo, como ya se han puesto en marcha en este mes y medio que llevamos de ejecución presupuestaria en cuestiones como las plazas de atención primaria, la adaptación de los juzgados de Gasteiz a las víctimas de violencia machista, como las medidas en renovables o Plan Renove...

Sin embargo, Podemos tiene poco margen para sacar provecho al cambio de estrategia y al acuerdo presupuestario.

-Yo del adelanto electoral no haría una lectura en clave partidista de cómo afecta a Elkarrekin Podemos, sino de cómo afecta a Euskadi y las razones que le han llevado a Urkullu a este adelanto, que es una huida hacia adelante dejando empantanado el Parlamento con muchas leyes abiertas. Han visto una oportunidad de perpetuarse en el poder. Nosotros, visto el adelanto electoral, queremos que sea una oportunidad para dar cierto ritmo a la política vasca y trabajar para una mayoría social.

Dice el lehendakari que la oferta de Podemos para aprobar una decena de leyes y apurar la legislatura era insuficiente.

-Una oferta de ocho o diez leyes cuando el Gobierno solo ha sacado siete en tres años mejoraba sustancialmente el balance de este Gobierno.

En líneas generales, ¿qué balance hace de esta legislatura?

-Ha sido una legislatura pobre, con un ritmo muy bajo. Euskadi sigue teniendo los mismos problemas que tenía en 2016: precariedad, precios altos de alquiler, pobreza, violencia machista... Si en la próxima legislatura no somos capaces de afrontar esos problemas estructurales, de poner esas nuevas sendas hacia la próxima década en protección social y economía, va a ser otra legislatura perdida.

¿Se ha empañado el fin de la legislatura por la tragedia de Zaldibar?

-Evidentemente lo ha marcado. En este sentido, nos ha llamado la atención sobre todo la falta de empatía o de conexión emocional del Gobierno, no solo con los familiares de las personas desaparecidas, sino con toda una comarca preocupada por cuestiones de salud y de cómo se ha gestionado ese vertedero durante años. Ha sido una muestra de lo alejado que está el Gobierno de Urkullu de la realidad, de las emociones y de lo que siente la ciudadanía vasca.

¿Hay una alternativa de Gobierno en Euskadi por la izquierda con EH Bildu, Podemos y PSE?

-Yo creo que sí. Desde luego, nosotros trabajaremos por que ese pacto, esa alternativa de izquierdas, algún día se haga realidad.

¿Lo hace inviable a corto plazo la posición actual del PSE?

-Si es viable, es gracias a la existencia de Elkarrekin Podemos. Ni EH Bildu ni el PSE se pondrían nunca de acuerdo sin un tercer actor como es Elkarrekin Podemos. Luego veremos la estrategia de EH Bildu y el PSE, pero quien va a tener la fuerza y la capacidad de sumar y aglomerar las fuerzas de izquierdas sin duda es Elkarrekin Podemos.

Intentarán entonces ser bisagra entre el PSE y EH Bildu para un acercamiento entre las partes.

-No sé si llamarlo bisagra, pero creo que efectivamente podemos jugar ese papel. Una alianza de izquierdas, si es posible a día de hoy, es por la existencia de Elkarrekin Podemos.

De cara a la carrera electoral, ¿cómo encaran las próximas semanas?

-Ahora estamos centrados en las primarias y preparando la campaña. Empezaremos por reivindicar el trabajo hecho, que creo que ha sido mucho y muy bueno en el Parlamento Vasco y, sobre todo, continuar con las cuestiones que han quedado pendientes esta legislatura por falta de ritmo e iniciativa de Gobierno. Desde la ley de Igualdad y la de Cambio Climático a la ley de la RGI y el nuevo modelo de protección social. Tendremos un enfoque en positivo y de reivindicar el papel central que hemos jugado este último año.