Bilbao - El rey Felipe VI no fue profeta en Catalunya ni en Euskadi, las dos comunidades en las que menos se siguió su tradicional mensaje televisado de Navidad. Se trata de una respuesta acorde a la atención que dedicó a ambos territorios en su alocución, en la que, un año más, no hizo ninguna mención al País Vasco y en la que calificó a Catalunya de "seria preocupación" para el Estado español. Ello le valió las críticas de los partidos independentistas vascos y catalanes, así como la desafección de los ciudadanos de las dos comunidades históricas.

Así se puede comprobar con los datos de audiencia ya en la mano, según los cuales Euskadi fue la segunda comunidad en la que menos audiencia tuvo el mensaje del rey, con el 43% de cuota de pantalla, por detrás de Catalunya, que fue la que menos siguió el discurso (36,8%). Además, el seguimiento del mensaje en Euskadi fue dos puntos inferior al de 2018, cuando superó el 45,6% de cuota de pantalla.

En el conjunto del Estado, esta retransmisión, emitida por 25 cadenas de televisión diferentes, obtuvo una cuota media de pantalla del 65,1% y fue seguida por 7.537.000 espectadores, lo que supone 407.000 menos que el año pasado, según datos de Barlovento Comunicación extraídos de Kantar Media.

En ese momento la audiencia fue de 7,9 millones y 70,6% en el acumulado de las 30 cadenas, por lo que esta vez se ha producido un descenso del 5,5% de cuota de pantalla y 407.000 espectadores menos. La cadena de ámbito estatal que acaparó más audiencia fue La 1, con 2.247.000 espectadores y el 19,4% de cuota de pantalla, seguida por Antena 3 con 1.794.000 y el 15,5%, respectivamente, y de Telecinco, con 1.381.000 y 11,9%.

Los datos indican que los segmentos donde el mensaje navideño del rey tuvo mayor rendimiento son entre las mujeres y los mayores de 25 años. Por comunidades autónomas, Murcia (84,8% de cuota de pantalla) está en cabeza, seguida de Castilla La Mancha (79,4%), la Comunidad de Madrid (73,7%) y Asturias (72,8%) en cuarta posición.

La primera alocución navideña del reinado de Felipe VI, pronunciada en 2014, fue la que logró una mayor fidelidad con una audiencia media de 8.239.000 y una cuota de pantalla del 73,4%. Más interés suscitó el mensaje que el monarca dirigió a los españoles el 3 de octubre de 2017, dos días después del referéndum del 1-O en Catalunya, que alcanzó el 76,6% de cuota de pantalla y 12.443.000 espectadores. Una intervención en la que exhibió un perfil muy duro contra el independentismo y no aportó soluciones a lo que el pasado martes por la noche calificó de "seria preocupación".

Mejor el del 1-O Por su parte, el secretario general de CC.OO., Unai Sordo, valoró que el mensaje del rey fue "razonable y bastante ponderado", en contraste con "el clima de crispación" que los partidos de derecha pretenden "instalar en la sociedad española". Sordo explicó que el tradicional discurso navideño le pareció "un mensaje genérico, bastante abstracto". Además, resaltó que fue "bastante ponderado", lo que "contrasta con la sensación de que el mundo se viene abajo que están intentando instalar en España algunos partidos en la derecha, particularmente el PP y Vox". Agregó que el discurso abordó "de una forma muy analítica los problemas" y, aunque no ofrecía "soluciones, tampoco es lógicamente su tarea".

El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, destacó que Felipe VI "hizo una apelación clarísima a la concordia" que él suscribe "plenamente". El president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, subrayó que "ha hablado de diálogo y eso es un elemento clave", y la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, dijo que le gustó más el discurso posterior al 1-O.