iruñea - Iñaki Abad y Aratz Urrizola, dos de los jóvenes de Altsasu condenados por una trifulca en el bar Koxka en las ferias de octubre de 2016 y que cumplen condena en la cárcel de Zaballa (Araba), recibieron ayer la comunicación verbal (no tienen la notificación por escrito) de que se les ha aplicado el tercer grado penitenciario y que, por tanto, podrán disfrutar del régimen de semilibertad y regresar a sus casas próximamente. Algunas fuentes apuntan que podría ser el viernes el día que abandonaran la prisión para disfrutar del fin de semana en casa, pero este extremo no está confirmado ni los afectados han podido comprobarlo en una información escrita. Abad y Urrizola, al igual que los otros cinco condenados que se encontraban presos, no habían sido todavía clasificados por el centro penitenciario puesto que hasta este verano, cuando el Supremo sentenció, cumplían pena como presos preventivos. La propuesta desde la cárcel de Zaballa había sido la de que se les aplicara el tercer grado penitenciario a Abad y a Urrizola, pero la propuesta debía ser ratificada por Instituciones Penitenciarias en Madrid. Dicha confirmación llegó ayer por la tarde y los jóvenes telefonearon a sus familias para comunicarles la información. De hecho, por la mañana, dos familiares por preso habían visitado la cárcel de Zaballa en una jornada de puertas abiertas que se celebra dos veces al año. Iñaki Abad fue condenado por el Supremo a tres años y seis meses de prisión por un delito de atentado a agentes de la autoridad en concurso ideal con un delito de lesiones (2 años y medio) y desórdenes públicos (1 año). La Sala de Apelación de la Audiencia Nacional le había condenado a seis años. Aratz Urrizola fue condenado a 4 años y 2 meses de prisión por un delito de atentado a los agentes de la autoridad en concurso ideal con un delito de lesiones (2 años y 6 meses) y un delito de lesiones con la agravante de abuso de superioridad (1 año y 8 meses). La Audiencia Nacional le condenó a 9 años. Ambos ingresaron en prisión el 5 de junio de 2018 y cumplen hoy, por tanto, un año, seis meses y 13 días en prisión (561 días). Hasta el momento no habían disfrutado de ningún permiso penitenciario.

RÉGIMEN DE SEMILIBERTAD El tercer grado penitenciario contempla distintos formatos de aplicación, aunque el más habitual es que el recluso pueda salir en libertad durante el día (normalmente porque tiene un trabajo o se encuentra estudiando) y regrese a dormir al Centro de Inserción Social de la cárcel, es decir, un edificio distinto al de la prisión ordinaria. Luego, el fin de semana podrían disfrutar también de libertad y asimismo, una vez que están clasificados en tercer grado, puedan igualmente solicitar permisos que podrían encadenar al régimen ordinario de días libres. Hasta que finalmente adquieran la libertad condicional, los dos jóvenes seguirían en dicha clasificación. El resto de jóvenes condenados no ha recibido aún notificación de la clasifiación de su situación penitenciaria. Las familias se encuentran expectantes ante la noticia y esperan a que durante el día de hoy puedan conocer con más detalle la resolución y se confirme lo anunciado por los funcionarios.