Bilbao - Expresado en sendos mensajes de ida y vuelta entre el pesident de la Generalitat, Quim Torra, y Moncloa, los puentes al entendimiento están más rotos que nunca entre los ejecutivos catalán y español. Torra instó ayer a que Pedro Sánchez levante el teléfono para entablar una negociación sin condiciones con su gobierno, a lo que el presidente español se negó en rotundo. No, al menos, hasta que el dirigente catalán “condene rotundamente la violencia”. Torra replicó a media tarde con una carta en la que instó a que Sánchez “no le dé lecciones”, porque “he luchado siempre y condenado siempre todas las violencias. Todas”.

Moncloa hizo oídos sordos a Torra, pero sí que replicó apenas unas horas después de que el president, acompañado de el vicepresident Pere Aragonès y los alcaldes de Girona, Tarragona y Lleida, leyera un manifiesto en el que emplazó al Estado a “fijar un día y una hora para sentarse en una mesa de negociación sin condiciones. Es su responsabilidad y obligación”. El presidente, sin embargo, prefirió eludir la cuestión. Torra debe antes “condenar rotundamente la violencia, cuestión que no ha hecho hasta el momento, así como reconocer el trabajo de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y Mossos, y solidarizarse con los policías heridos”, sostuvieron.

Sánchez, aunque no por su boca pero sí por fuentes autorizadas de su gabinete, recordó al Govern que “siempre ha estado a favor de dialogar”, pero en todo caso “dentro de la ley”. Eso sí, profundizó en su máxima habitual durante los últimos días: “Primero Ley y luego diálogo”. Y censuró que Torra no haya condenado de forma clara los altercados acaecidos en las calles de Barcelona esta semana, por lo que desautorizaron la llamada del president en favor de una negociación para desatascar la situación política. “Para que el diálogo sea efectivo debería reconocer a la otra parte de catalanes, que no son independentistas”, advirtió para lanzar un alegato en fabor de una convivencia “últimamente aún más dañada por el independentismo violento”.

Réplica de Torra La tensión entre los gobiernos de Madrid y Barcelona ha ido in crescendo durante la convulsa última semana, hasta el punto de que Sánchez salió al paso de las manifestaciones del president al asegurar en su comunicado que el problema de Catalunya “no es la independencia, que no se producirá, porque no es legal, ni la quiere la mayoría de catalanes, sino la convivencia”. Por último, trató de propinar un golpe bajo a Torra al espetarle que “su propuesta de referéndum no la quiere ni la mayoría de catalanes ni, al parecer, la mayoría de su propio Govern”.

En una carta oficial enviada a Moncloa a media tarde de ayer, Torra replicó a Sánchez por su “inapropiada” manera de contastarle. “Usted no me puede dar lecciones a mi de condenar y luchar contra la violencia porque yo, igual que el movimiento independentista durante todos estos años, he luchado siempre y he condenado siempre todas las violencias. Todas”, escribió en su misiva. “Vuelve a ponerse de manifiesto que no tiene ninguna propuesta para Catalunya”, le recriminó, para concluir que “negarse al diálogo en estos momentos es una irresponsabilidad absoluta”.