BILBAO. La portavoz del Gobierno en funciones, Isabel Celaá, ha asegurado este jueves que la exhumación del dictador Francisco Franco se llevará a cabo "con la dignidad que corresponden a unos restos humanos", pero "en absoluto con honores militares, ni banderas", tal y como ha pedido a familia.

"Todo se hará de acuerdo a la sentencia al respecto del Tribunal Supremo y la Ley de la Memoria Histórica; se trata de trasladar los restos de dictador de un lugar de exaltación y conducirlo a un cementerio", según ha puntualizado en una entrevista en Radio Euskadi.

En dicho cementerio, la familia "si quiere" podrá organizar un oficio religioso.

Sobre la fecha concreta en la que se procederá a la exhumación, Celaá no la ha desvelado y ha dicho que el Gobierno tiene que comunicarla a la familia con 48 horas de antelación.

La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, contempla que el traslado de los restos del dictador Francisco Franco sean trasladados en helicóptero desde el Valle de los Caídos hasta el cementerio de Mingorrubio, en el Pardo, algo que ocurrirá, ha dicho, en los primeros días de la próxima semana.

"Estamos contemplando ese medio de transporte porque incomodamos menos en las carreteras a la circulación normal y a la vida normal de los ciudadanos, se hace menos inconveniente para el orden normal", ha argumentado.

La fecha tope para el traslado es el próximo 25 de octubre, pero la vicepresidenta ha precisado que en los primeros días de la semana que viene Franco ya no estará en el Valle de los Caídos.

En cuanto a la petición que ha realizado la familia de que la inhumación se realice con honores, la vicepresidenta ha dejado claro que eso sería "contravenir la ley de Memoria Histórica".

"Han pedido que se le rindan honores impropios del objetivo de la ley, que dice que no se le rindan honores y vaya a una tumba privada", ha señalado Carmen Calvo para quien la familia está pidiendo algo que "no es legal".

No obstante, ha defendido la actuación del Gobierno al señalar que nunca se ha tenido la intención de tener falta de respeto y escarnio con los restos del dictador, ya que están protegidos por el derecho a la intimidad.

Y ha instado a los familiares a que hagan lo que quieran una vez que los restos estén en un "espacio privado". "Pero en un traslado público, con recursos públicos, no", ha zanjado.