bilbao - Iñaki Urdangarin salió ayer de prisión para cumplir su primera jornada de acción voluntaria. Fue el juez de Vigilancia Penitenciaria quien autorizó que el exduque de Palma salga de la prisión dos veces por semana y un máximo de ocho horas al día. La decisión se fundamenta en aplicación del artículo 117 del Régimen Penitenciario sobre “medidas regimentales para la ejecución de programas especializados para penados clasificados en segundo grado”, como es el caso de Urdangarin.

El esposo de la infanta Cristina, que salió de la cárcel de Brieva (Ávila) minutos antes de las nueve de la mañana vestido con una camisa azul y portando una mochila gris, llegó al Hogar Don Orione en Pozuelo de Alarcón (Madrid) poco antes de las diez de la mañana.

Según el director de la institución, Paco Sánchez, Urdangarin, que fue recibido como “el guapete alto” por los usuarios del centro de ayuda a discapacitados, apoyará a un técnico, vestirá la camiseta común de los voluntarios del centro y, en principio, tiene libertad de movimientos, pudiendo recibir visitas.

Según Sánchez, Urdangarin se mostró agradecido y se rió con alguno de los comentarios de los internos. También recibió el kit de voluntario y se puso la camiseta del hogar religioso, además de su identificación, como la del resto del personal.

Urdangarin estará cinco o seis horas en el hogar dos días a la semana, ya que el juez le autoriza a estar un máximo de ocho horas por jornada y tiene que viajar desde la cárcel de Brieva. El director del centro añadió que desconoce hasta cuándo estará en el centro Urdangarin y que él personalmente está “liberado” de tener que informar por escrito a Instituciones Penitenciarias sobre su evolución. Sánchez negó vinculaciones directas del centro con la reina Sofía o la Casa Real y se esforzó en explicar que el día a día de Urdangarin en el centro será igual que el del resto de voluntarios: “Si tiene que entrar y salir del centro, lo hará como el resto”.

Asimismo, explicó que tiene “libertad de movimientos” para poder salir del centro, aunque reconoció que “lo normal” es que las salidas de las instalaciones sean para realizar su labor de voluntario acompañando a las personas que atiende. “Puede recibir visitas, pero no es normal”, aclaró el director, que, preguntado sobre si podría salir a comer con su familia, señaló: “¿Por qué no? Sin ningún problema. Aquí viene porque quiere”, aunque reveló que, por el momento, “no ha pedido permiso para que vengan su mujer y sus hijos”.

Urdangarin abandonó el centro sobre las 15.40 horas camino de la cárcel de Brieva. Acompañado por un escolta, se subió a la parte de atrás de un coche gris sin los cristales tintados. “Muy bien, gracias”, aseguró a los periodistas que le preguntaban sobre su primera jornada fuera de prisión.

dudas de iu El coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, pidió ayer al Gobierno que aclare el coste “en términos de recursos públicos materiales y humanos” que supone que Urdangarin haga las labores de voluntariado en un hogar religioso. A través de un comunicado, IU informó que Garzón también preguntó al Ejecutivo por el número de personas que cumplen condena y disfrutan de la posibilidad de ejecutar programas especializados.

Garzón recordó que Urdangarin ha cumplido un “reducido tiempo” de la pena impuesta, y pidió conocer cuántas personas han podido ejercer el derecho este régimen penitenciario “cuando tan solo habían cumplido un año en prisión”. Por su parte, la ministra de Justicia en funciones, Dolores Delgado, no quiso pronunciarse sobre el permiso a Urdangarin. “Esta es la ley”, se limitó a comentar. En declaraciones a la prensa en el marco de la inauguración las II Jornadas de Formación en Violencia de Género, la titular de Justicia defendió que el permiso se trata de una “decisión judicial, en la que entrar las distintas instituciones y actores. “Esta es la ley”, resumió. - DEIA